BIOGRAFÍA
Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836. El padre, don José Domínguez Bécquer, era pintor costumbrista de notable éxito, especialmente entre los viajeros ingleses de la época. Cuando el futuro poeta contaba cinco años murió su padre y su madre, doña Joaquina de la Bastida y Vargas, cuando tenía once. El joven Bécquer estudió en el colegio de San Telmo en condición de pobre pero de familia noble. Su tío Joaquín Domínguez Becquer, también importante pintor sevillano, se hizo cargo de los hermanos.
Su educación literaria, dirigida en el Instituto sevillano por Francisco Rodríguez Zapata, discípulo del gran ilustrado Alberto Lista, fue clasicista, con especial aprecio a los poetas latinos y españoles del Siglo de Oro: Fray Luis de León, Herrera o Rioja. A la búsqueda del ritmo musical, de la expresión ajustada y noble, se unía una inclinación prerromántica hacia lo sublime a la manera de Young, Rousseau o Chateaubriand.
En octubre de 1854 se trasladó a Madrid, donde sufrió penalidades económicas hasta que en 1860 Rodríguez Correa le consiguió un empleo fijo de redactor en un El Contemporáneo.
En 1857 emprendió una obra importante, la Historia de los Templos de España. Se trataba, siguiendo a Chateaubriand, de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia. Para ganar algún dinero escribió en colaboración con sus amigos, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856) La venta encantada, basada en el Quijote.
Bécquer, que aún no era famoso, y sus amigos, todos jóvenes, acudían a la tertulia de los Espín. De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobernó España. Bécquer se casó en 1861 con Casta Esteban y Navarro, en esta época el poeta publicó sueltas la mayoría de sus rimas y leyendas y se hizo un nombre, además de poder mantener una familia con hijos. A su ascenso artístico y social (protegido del ministro conservador González Bravo, que lo nombró censor de novelas con un excelente sueldo; director de importantes revistas y periódicos, etc.) le acompañó un aburguesamiento paralelo al de la sociedad madrileña postromántica. En 1868 se separó de su esposa, y perdió, con la revolución liberal, su puesto oficial, al tiempo que cayó el ministro, protector y admirador de Bécquer, Luis González Bravo. En 1870 fue nombrado director de La Ilustración de Madrid pero murió el 23 de septiembre de ese mismo año.
Sus rimas y poesías fueron compiladas y publicadas póstumamente por sus amigos. Fue tan buen poeta como prosista. Las Rimas se encuadran dentro de dos corrientes heredadas del Romanticismo: la revalorización de la poesía popular y la llamada estética del sentimiento.
Su educación literaria, dirigida en el Instituto sevillano por Francisco Rodríguez Zapata, discípulo del gran ilustrado Alberto Lista, fue clasicista, con especial aprecio a los poetas latinos y españoles del Siglo de Oro: Fray Luis de León, Herrera o Rioja. A la búsqueda del ritmo musical, de la expresión ajustada y noble, se unía una inclinación prerromántica hacia lo sublime a la manera de Young, Rousseau o Chateaubriand.
En octubre de 1854 se trasladó a Madrid, donde sufrió penalidades económicas hasta que en 1860 Rodríguez Correa le consiguió un empleo fijo de redactor en un El Contemporáneo.
En 1857 emprendió una obra importante, la Historia de los Templos de España. Se trataba, siguiendo a Chateaubriand, de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia. Para ganar algún dinero escribió en colaboración con sus amigos, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856) La venta encantada, basada en el Quijote.
Bécquer, que aún no era famoso, y sus amigos, todos jóvenes, acudían a la tertulia de los Espín. De 1858 a 1863, la Unión Liberal de O'Donnell gobernó España. Bécquer se casó en 1861 con Casta Esteban y Navarro, en esta época el poeta publicó sueltas la mayoría de sus rimas y leyendas y se hizo un nombre, además de poder mantener una familia con hijos. A su ascenso artístico y social (protegido del ministro conservador González Bravo, que lo nombró censor de novelas con un excelente sueldo; director de importantes revistas y periódicos, etc.) le acompañó un aburguesamiento paralelo al de la sociedad madrileña postromántica. En 1868 se separó de su esposa, y perdió, con la revolución liberal, su puesto oficial, al tiempo que cayó el ministro, protector y admirador de Bécquer, Luis González Bravo. En 1870 fue nombrado director de La Ilustración de Madrid pero murió el 23 de septiembre de ese mismo año.
Sus rimas y poesías fueron compiladas y publicadas póstumamente por sus amigos. Fue tan buen poeta como prosista. Las Rimas se encuadran dentro de dos corrientes heredadas del Romanticismo: la revalorización de la poesía popular y la llamada estética del sentimiento.
BIBLIOGRAFÍA
Rimas y leyendas
Historia de los templos de España, Madrid, 1857, publicado sólo el tomo I.
Cartas literarias a una mujer, 1860-1861, publicado en El Contemporáneo.
Cartas desde mi celda, Madrid, 1864 publicadas en El Contemporáneo.
Libro de los gorriones, 1868, manuscrito.
Obras completas, Madrid, Fortanet, 1871, 2 volúmenes.
ENLACES
http://cvc.cervantes.es/obref/rimas/default.htm
http://www.goear.com/listenwin.php?v=514f146
http://www.xtec.es/~jcosta/album.htm
http://www.los-poetas.com/a/beq1.htm