Muere a los 83 años el poeta argentino Juan Gelman
Bernardo Martín / El País
Día 15/01/2014
A las cuatro y media de este martes, en su casa de la colonia Condesa de la Ciudad de México, donde vivía desde 1988, falleció el poeta argentino Juan Gelman, tranquilo y arropado por los suyos, según confirmaron a este periódico fuentes familiares. Hace menos de un año en una entrevista a este medio, el poeta argentino (Buenos Aires, 1930), ya enfermo, se mostraba como un hombre que no desdeñaba la vida, pero que a la vez, no temía a la muerte."No creo que llegue a los cien años. Y aunque quiero ver casarse a mis nietos o tener algún bisnieto, creo que Dios, si existe debe estar aburridísimo de su eternidad", decía.Fuentes familiares citadas por EFE atribuyen la muerte al síndrome de mielodisplasia, una disfunción de la médula ósea. El velatorio se celebrará este miércoles y no hay prevista ninguna ceremonia oficial.
Hijo de emigrantes ucranianos, se enamoró de la poesía con los versos de Pushkin en ruso que recitaba su hermano, y que él no comprendía, y escribió sus primeros poemas para sus amores de barrio de su Buenos Aires natal. No recordaba esos primeros renglones, porque trataba de olvidar todo, pero sí se acordaba de algo: "Ella se llamaba Ana".
Tras esos primeros escarceos con el verso, se hizo poeta, contra el criterio de su madre, que le auguraba que nunca se ganaría la vida con eso. Pero se equivocó. Autor de libros como Violín y otras cuestiones, El juego en que andamos, Velorio del solo, Gotán, Sefiní, Cólera Buey, Mundar u Hoy, su última obra, el poeta alcanzó el reconocimiento unánime de las letras españolas y ganó entre otros el premio Cervantes, el Juan Rulfo, el Neruda y el Reina Sofía de Poesía Latinoamericana.
Maestro de un "oficio ardiente", de versos que hablan del amor, la muerte y el dolor, combinó la poesía con la militancia política y su defensa de los derechos humanos. Sin embargo, desdeñaba el término de "poesía comprometida" porque creía que la ideología y la obra de un escritor estaban a menudo conectadas por canales oscuros.
La lucha contra la dictadura en su país, cuyos terribles efectos sufrió en sus propias carnes, marcó su vida y su obra. Integrante de los Montoneros, grupo guerrillero de la oposición de izquierdas, desde 1976 permaneció en el exilio. Tras una protesta liderada por varios escritores, entre ellos Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, la orden de captura contra él fue revocada en 1988. Un año después fue indultado por el Gobierno de Carlos Menem, pero Gelman mantuvo su residencia en la capital mexicana, donde se había instalado un año antes.
Pero las peores cicatrices de la dictadura no se las dejó el exilio. Su hijo y su nuera, embarazada, desaparecieron durante el régimen militar y el poeta no reencontró a su nieta hasta 23 años después. Muchas veces dijo que el dolor de perder a un hijo no acababa nunca. Pero decidió no escribir desde el odio, "que nos hace daño", sino desde la pérdida. E incluso se mostró conciliador con, quienes como Borges, apoyaron en su momento la dictadura."No hay que digerir de sus ideas, solo hay que comprender".