Sólo los ingleses tienen una oferta editorial mayor que la de los españoles
Peio H. Riaño / El Confidencial
Día 08/11/2013
La Asociación Internacional de Editores (IPA) presenta su informe anual sobre el sector, en el que destaca que el Reino Unido fue, en 2012, el líder mundial en el número de títulos publicados por cada millón de habitante: 2.450 novedades. Y, atención, el segundo país que más novedades coloca en las librerías es España, con 1.692 títulos nuevos por millón de habitantes. En tercer lugar aparece Noruega (1.486) y en cuarto los EEUU, con 1.080.La asociación, de más de un siglo de vida, tiene como misión promover y proteger la edición, así como aumentar la conciencia de la misma como fuerza para el desarrollo económico, cultural y político. En las cifras publicadas, los EEUU se muestran insuperables en el beneficio neto anual, con 20.750 millones de euros. Alemania factura 5.407 millones de euros, el Reino Unido 3.736 millones de euros, España 1.820 millones de euros. De China y de Japón no se tienen datos.
Pero en el cuadro de los 20 mayores mercados editoriales del mundo, España no está en segundo lugar. Es una máquina de producir novedades, pero no vende tantos. La asociación cruza varias variables para determinar lo que debería facturar cada país: tiene en cuenta la renta per cápita, el volumen de novedades y la población. La fórmula mide la potencialidad del mercado (no cuánto factura, sino cuánto podría facturar) y el resultado es que los EEUU arrasan sobre el resto de los mercados. España factura 1.820 millones de euros, pero podría generar casi un 30% más: 2.890 millones de euros. Es decir, la industria editorial española –a pesar de todos los títulos que publica- está muy por debajo de su valor potencial de mercado.
A pesar de no disponer de datos de facturación del país, el informe de IPA asegura que China se ha convertido en el segundo mayor mercado editorial del mundo, y representa más de la mitad de la cuota de mercado. Y aporta un dato esencial para el boom de las ventas: “Se espera que la industria editorial china siga creciendo, impulsada por el consumo interno y la aspiración del desarrollo de los programas educativos de la clase media en las grandes regiones urbanas del país”.