Entre escritores, mercaderes y algunos fantasmas
Andrés Martínez Roca / Rebelión
Día 21/06/2013
Siempre es agradable visitar, al final de la primavera, la Feria del Libro de Madrid, a la sombra de los plátanos y olmos, entre el verdor de magnolios y castaños de Indias, bajo la protección de los viejos cedros que dominan el paisaje. Hartos del nefasto imperio de los medios televisivos y deseosos de liberarse de su férreo dominio, miles de ciudadanos de todas las edades acuden cada año al Paseo del Parque del Retiro (liberado del tráfico automovilístico por el inolvidable alcalde Tierno Galván en contra de las críticas de la derecha madrileña) buscando el libro con el que disfrutar de la buena literatura, extender el horizonte de su conocimiento o simplemente mejorar en los estudios. Entre el calor de la tarde y el bullicio de la gente que pasa, sentados tras una mesa en la caseta de su editorial, los verdaderos protagonistas de la Feria, los escritores, van firmando pacientemente sus libros. Algunos de nuestros mejores novelistas estaban allí. Javier Marías, el autor de Tu rostro mañana y Los enamoramientos, parece cansado y con ojos de sueño. Julio Llamazares, reconocido entre otros libros por su relato de viajes El río del olvido y su novela El cielo de Madrid, se toma un descanso y charla fuera de la caseta con un amigo. Discreto y modesto, Javier Cercas atiende las peticiones de sus lectores. El viajero incansable Javier Reverte presenta su último libro, El tiempo de los héroes. Con cara de niño grande y ojos curiosos, el poeta granadino Luis García Montero firma ejemplares de su atractiva novela No me cuentes tu vida.