Bibliotecas barrocas
El territorio austriaco acoge algunas de las bibliotecas barrocas más hermosas del mundo. En esa época la mayoría de las bibliotecas se situaban en el interior de los monasterios. En los siglos XVII y XVIII varios monasterios reformaron sus bibliotecas en opulentos estilos barrocos.
Es el caso de la biblioteca del Monasterio de Admont, en los Alpes, que cuenta con 1.000 años de antigüedad. Su biblioteca es la más antigua entre los monasterios católicos del mundo, se construyó en 1776, y custodia 200.000 volúmenes, entre ellos 1.400 manuscritos y 530 incunables.
Otro ejemplo magnífico es la Abadía de Kremsmünster, situada al sur de Linz, la biblioteca fue reconstruida entre 1680 y 1689. Tiene unos 160.000 volúmenes, y casi 2.000 incunables, y es famosa por sus gigantescos globos terráqueos.
La de la Abadía de Rein está situada cerca de la ciudad de Graz, contiene 100.000 libros, 150 incunables.
El Monasterio de Melk, situado en la cima de un acantilado rocoso, sobre el Danubio, se construyó en 1735, fue en honor a esta biblioteca que Umberto Eco bautizó al novicio protagonista de El nombre de la rosa como Adso de Melk. Custodia 100.000 libros, 750 incunables y 1.800 manuscritos.
Y, por último, la Biblioteca Nacional de Austria, ubicada en el Palacio de Hofburg, histórico centro de poder de los Hamburgo, es la más grande del país, fue construida por el emperador Carlos VI en el siglo XVIII.
El edificio aloja el Museo de la Literatura y el fascinante Museo de los Papiros, con manuscritos elaborados en este antecesor del papel que datan desde el siglo II a.C. hasta obras islámicas del siglo XIII, así como una fascinante colección del Museo de los Globos Terráqueos.