Entender es más fácil que hablar
En el proceso de aprendizaje de un idioma primero se produce la comprensión de la nueva lengua. Entender un idioma es más fácil que hablarlo, pero ¿por qué?
Pues porque el cerebro emplea más recursos para la comprensión oral y escrita que para el habla.
Desde mediados del siglo XIX, se sabe que algunas funciones cognitivas se realizan desde uno de los dos hemisferios que componen el cerebro humano, solo ha sido recientemente que el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) ha desentrañado qué zonas en concreto están implicadas en el aprendizaje de un idioma extranjero, y han llegado a la conclusión de que el lado izquierdo es clave para el habla, la lectura y la escucha en la lengua materna pero la comprensión escrita y auditiva utiliza recursos de ambos hemisferios.
De este modo, la capacidad del cerebro de transformarse es fundamental para la comprensión de una nueva lengua en la edad adulta pero no para la producción y el habla.
También se ha comprobado el viejo lema de que los niños tienen mayor facilidad para aprender idiomas nuevos, lo ha hecho El Instituto Tecnológico de Massachusetts, el cual sometió a 67.000 personas a un examen virtual en 2018 y los científicos llegaron a la conclusión que la edad de 10 años es la mejor para adquirir el conocimiento gramatical propio de un hablante nativo, vinculados a la necesidad social del lenguaje, en cambio los adultos desarrollan otras habilidades como por ejemplo la capacidad de comprender nuevos significados y establecer relaciones entre ellos gracias a la experiencia.