Queísmo


 

Queísmo

 

queismo

 

Es esta una de las dudas más frecuentes. Para ayudarnos nada mejor que consultar el Diccionario panhispánico de dudas:
queísmo. Es la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado.

1. No debe suprimirse la preposición en los casos siguientes:

a) Con verbos pronominales que se construyen con un complemento de régimen: acordarse de algo, alegrarse de algo, arrepentirse de algo, fijarse en algo, olvidarse de algo, preocuparse de o por algo, etc.: Me alegro de que hayáis venido (no Me alegro que hayáis venido); Me olvidé de que tenía que llamarte (no Me olvidé que tenía que llamarte); Te preocupaste de o por que no pasáramos calamidades (no Te preocupaste que no pasáramos calamidades); Se acordaba de que en esa casa había vivido un amigo suyo (no Se acordaba que en esa casa había vivido un amigo suyo); Me fijé en que tenía manchas en la cara (no Me fijé que tenía manchas en la cara); No me acordé de que era tu cumpleaños (no No me acordé que era tu cumpleaños). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma no pronominal, se construyen sin preposición, pues, en ese caso, la oración subordinada ejerce de sujeto o de complemento directo: Me alegró que vinieras (no Me alegró de que vinieras); Olvidé que tenía que ir al dentista (no Olvidé de que tenía que ir al dentista) (→ dequeísmo, 1a y b).

b) Con verbos no pronominales que se construyen con un complemento de régimen: convencer de algo, insistir en algo, tratar de algo (en el sentido de ‘procurarlo, intentarlo’), etc.: Lo convencí de que escribiera el artículo (no Lo convencí que escribiera el artículo); Insistió en que nos quedáramos a cenar (no Insistió que nos quedáramos a cenar); Trato de que estéis a gusto (no Trato que estéis a gusto).

c) Con sustantivos que llevan complementos preposicionales: Iré con la condición de que vayáis a recogerme (no Iré con la condición que vayáis a recogerme); Tengo ganas de que llueva (no Tengo ganas que llueva); Ardo en deseos de que vengas a verme (no Ardo en deseos que vengas a verme).

d) Con adjetivos que llevan complementos preposicionales: Estamos seguros de que acertaremos (no Estamos seguros que acertaremos); Estoy convencido de que llegarás lejos (no Estoy convencido que llegarás lejos).

e) En locuciones como a pesar de que (no a pesar que), a fin de que (no a fin que), a condición de que (no a condición que), en caso de que (no en caso que), etc.

f) En la construcción hasta el punto de que (no hasta el punto que).

g) En las locuciones verbales caber, o haber, duda de algo, caer en la cuenta de algo, darse cuenta de algo: No cabe duda de que es un gran escritor (no No cabe duda que es un gran escritor); Pronto cayó en la cuenta de que estaba solo (no Pronto cayó en la cuenta que estaba solo); Nos dimos cuenta de que era tarde (no Nos dimos cuenta que era tarde). No deben confundirse las locuciones caer en la cuenta, darse cuenta, que exigen de, con tener en cuenta, que no exige la preposición: No tiene en cuenta que nos esforzamos (no No tiene en cuenta de que nos esforzamos).

2. Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar en sus acepciones más comunes, pueden construirse de dos formas: advertir [algo] a alguien y advertir de algo [a alguien]; avisar [algo] a alguien y avisar de algo [a alguien]; cuidar [algo o a alguien] y cuidar de algo o alguien; dudar [algo] y dudar de algo; informar [algo] a alguien (en América) e informar de algo [a alguien] (en España). Por tanto, con estos verbos, la presencia de la preposición de delante de la conjunción que no es obligatoria (→ advertir, avisar, cuidar(se), dudar, informar(se)).

3. Para determinar en cada caso si debe emplearse la secuencia de «preposición + que» o simplemente que, → dequeísmo, 3.

4. Para las expresiones formadas por el verbo dar seguido de algunos sustantivos abstractos que designan sentimiento, como vergüenza, miedo, pena, rabia, etc., → dar(se), 5.

5. antes (de) que, después (de) que, con tal (de) que. → antes, después, tal.

Pero también os dejamos un truquillo que ayuda, se trata de sustituir “de que” por “algo”, ya que es el verbo el que necesita una determinada preposición (para esto es muy útil el Diccionario de María Moliner que marca las preposiciones asociadas a cada verbo). Por ejemplo:

Pensé de que había muchos billetes falsos
Si lo convertimos en:
Pensé ALGO.
Nos damos cuenta de que la frase correcta sería:
Pensé que había muchos billetes falsos
En cambio en:
Me alegro de que hayáis venido
Si lo cambiamos por algo permanece la preposición:
Me alegro de algo.




Comentarios (0)

No hay comentarios escritos aquí

Deja tus comentarios

  1. Al enviar comentario, manifiestas que conoces nuestra política de privacidad
Archivos adjuntos (0 / 3)
Compartir su ubicación

Te puede interesar

CursosCursosCursos de formación, escritura creativa.
Concursos LiterariosConcursos Literarios España y Latinoamérica
librosLibros Publicita tus libros
BiografíasBiografíasBiografías de escritores.
Recursos para escritoresRecursosRecursos para escritores
¿buscas editor?Publicar¿Deseas publicar?
AsesoríaAsesoríaAsesoría literaria. Informes, Correcciones

Cursos

banner cursos escritores org v

Asesoría

banner escritores asesoria v2

Datos de contacto

Escritores.org

CIF:  B61195087

  • Email: info@escritores.org
  • Web: www.escritores.org
  • © 1996 - 2024