Un buen escritor borra más de lo que escribe
La Vanguardia
Día 06/10/2014
Disciplina, atrevimiento y crítica. Estos tres ingredientes son básicos para cocinar una buena obra literaria, según Antonio Orejudo, que se autodefine como “novelista social con dotes de soldado, de niño desobediente y de crítico castrador”.
Así lo explicó en la conferencia inaugural del Máster en Creación Literaria del UPF-IDEC, bajo el título ‘Consejos a un joven narrador”. Aunque avisó de que “no hay consejo que valga”, orejudo animó a los asistentes a seguir un decálogo de prácticas que a él, dice, le han funcionado. Son los siguientes:
1- No escribas. El estado natural del escritor es leer. Sólo cuando encuentres algo que realmente te estimule, ¡escribe! Yo soy un escritor que escribe cada día. Le dedico 3 o 4 horas a mi trabajo pero trato de practicar la abstinencia como escritor. No comprendo cómo se puede publicar una novela cada año.
2- Haz deporte. El trabajo de escribir requiere resistencia y preparación física. Como un buen soldado, requiere disciplina, esfuerzo, constancia y resistencia. Yo me levanto temprano y cumplo a rajatabla mis horarios.