Industria editorial en España: no es la crisis de la literatura, es el descalabro de un modelo de negocio
Karina sainz Borgo / Vozpópuli.com
Día 22/07/2014
Han pasado ocho días desde que la Federación de Gremios de Editores de España divulgó el Avance del Estudio de comercio interior del libro correspondiente a 2013. En ese tiempo se han anunciado al menos medio centenar –tan solo entre literatura de ficción y ensayo- de nuevos títulos para Otoño. A la idea de un mercado empequeñecido, retratado en la foto fija de una caída acumulada de casi el 20%, se opone la de una industria incapaz de parar la máquina de hacer galletas, ¡perdón, de libros!, que inundan las librerías.
Aunque los datos de los editores apuntaban que la reducción de la tirada media del libro se ha agravado –ha bajado un 36% desde 2008- queda sin embargo una cifra total de 89.130 títulos editados en 2013 frente a los 79.175 de 2012. La cantidad, a todas luces, sigue siendo alta si se toma en cuenta de que diariamente en España se registran 245 nuevos títulos, se producen unos 768.000 ejemplares y se compran sin embargo 466.000 (el dato proviene del informe El libro en España 2012-2014, elaborado por el Observatorio de la lectura y el libro).
“La sobreproducción es en sí un instrumento de ocupación del terreno. Así, los libros empujan los unos a los otros. Es también la base de una alianza entre medios de comunicación y edición que proporciona un continuo flujo de amnesia y distracción, necesarios para mantener a la sociedad en un estado de consumo máximo para vivir”, escribe sobre este tema el francés Thierry Discepolo en el libro La traición de los editores (Trama Editorial), donde –a decir de sus editores en España- no solo describe “la anti-leyenda de la edición francesa y cuestiona muchos de sus mitos”, sino que propone a la vez una reflexión sobre “las responsabilidades sociales y políticas del universo del libro”. Queda sin embargo en el aire la pregunta: ¿quiénes son los responsables en esta larga discusión que se anega?