LA POESÍA MEDIEVAL ( Trabajo de investigación)
AUTOR: CYNTIAMILLI SANTILLAN
Literatura medieval: siglos V a XIV
La narrativa en verso
La épica. Los cantares de gesta
Manuscrito de las Mocedades de Rodrigo
Artículo principal: Épica medieval
La épica es un subgénero narrativo compuesto en verso y en lengua romance, cuyos orígenes datan del primer tercio del siglo XI. Las narraciones épicas están protagonizadas por héroes que representan, por sus valores, a toda una sociedad; suelen centrarse en acontecimientos relevantes dentro de la historia de un pueblo, por lo que esos héroes terminan por ser considerados símbolos para los mismos.
Es frecuente, además, que el argumento de estas historias gire alrededor de algún problema del protagonista con el valor social de la honra, que constituía la base de todo el sistema ético-político de relaciones vasalláticas en la Edad Media.
La épica castellana toma sus temas, fundamentalmente, de dos acontecimientos históricos:
la invasión árabe de la Península y los primeros focos de resistencia cristiana (siglo VIII);
los inicios de la independencia de Castilla (siglo X).
En este sentido,
la épica propiamente española aparece, incluso en sus testimonios más antiguos e indirectos, caracterizada por una temática original (...) y por una visión del mundo bastante distinta de la de la chanson de geste [francesa, anterior en el tiempo]. Lo más importante es que el rechazo de las "historias extranjeras" no lleva solo a buscar en los anales del propio patrimonio asuntos dignos de convertirse en narraciones épicas, sino sobre todo a estructurar estas narracinoes a partir de un modelo cultural autóctono e independiente.19
Así las cosas, por influencia de la épica francesa (a través del Camino de Santiago y de la presencia del mundo occitano en el noreste peninsular), la épica castellana solo tomó algunos temas de esta, como por ejemplo la figura de Carlomagno, en el único texto que presenta huellas del llamado ciclo carolingio, el fragmento conservado del Cantar de Roncesvalles.
El poema épico se denomina propiamente cantar de gesta. De los cantares de gesta se dice que son obras que pertenecen al mester de juglaría, pues eran transmitidos y recitados de memoria por los juglares que actuaban en las plazas de los pueblos y ciudades, en los castillos o en las estancias de la corte, a cambio de un pago por sus servicios. Sabían danzar, tocar instrumentos, recitar y realizar ejercicios acrobáticos y circenses. Consecuentemente, los cantares de gesta se representaban con apoyatura musical ante el público, haciendo uso de una monodia: una ligera cadencia final en cada uno de los versos que era subrayada en el primero y último de cada tirada (entonación y conclusión).
El objetivo de este recitado público era doble: entretener e informar al auditorio, aunque sin propósitos moralizantes ni pedagógicos (propósitos que sí serían propios de las obras del mester de clerecía).
Se han conservado muy pocos debido a esta transmisión oral. Además del Cantar de mio Cid, que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos del Cantar de Roncesvalles y del Cantar de las Mocedades de Rodrigo. De otros cantares de gesta nos han llegado noticias gracias a las crónicas históricas, que los utilizaron como fuente (por ejemplo, el Cantar de los siete infantes de Lara, que aparece en la Segunda Crónica General -Crónica de 1344, de Pedro de Barcelos- y que está vinculado al ciclo de temas relativo a los Condes de Castilla).
Algunas características de los cantares de gesta de la literatura española son:
su carácter anónimo.
su gran vitalidad, pues sus temas pervivieron en la literatura posterior (romancero, comedia nacional, drama neoclásico, romántico y moderno, en la lírica, en la novela, etc.)
su realismo, pues se compusieron en fechas cercanas a los hechos que cuentan, por lo que apenas aparecen elementos fantásticos.
Los cantares de gesta fueron tomados como documentos históricos en muchas ocasiones, por que algunos fueron prosificados y así fueron incluidos en crónicas medievales (como la Estoria de España o Primera crónica general de Alfonso X); gracias a esto, algunos se han podido conservar parcialmente.
Se llama Edad Media a la época histórica comprendida entre los siglos V y XV. Con relación a la literatura española, la época medieval se extiende desde las primeras manifestaciones literarias - de fecha imprecisa - hasta el comienzo del reinado de los Reyes Católicos.
La lírica tradicional
El Romancero
El Poema de Mio Cid
Contexto histórico y social: los cantares de gesta
El Poema de Mio Cid: autor y fecha, resumen de la obra, estructura, temas, métrica y estilo ...
Alfonso X el Sabio
Alfonso X: Biografía y contexto histórico: economía, derecho y cultura
El nacimiento de la prosa medieval: la escuela de traductores de Toledo
Obra legislativa: Fuero Real, Espéculo, Leyes del Estilo, Código de las 7 Partidas
El Mester de Clerecía - Gonzalo de Berceo
El mester de clerecía
Gonzalo de Berceo: Biografía (ca. 1195 - 1264)
Milagros de Nuestra Señora
Don Juan Manuel - El Conde Lucanor
Don Juan Manuel: Biografía y obra
El Conde Lucanor o Libro de Patronio
Juan Ruiz - El Arcipreste de Hita
El siglo XIV: contexto político, social y religioso
El libro del Buen Amor: autor, historia, unidad y variedad...
El siglo XV
El siglo XV representa un cambio muy profundo respecto a la centuria anterior y, sin embargo, no es todavía el Renacimiento. Es un momento de efervescencia intensa de corrientes nuevas y valores antiguos. Es este siglo el que dará el vuelco definitivo hacia la nueva mentalidad que supone el Renacimiento.
El Marqués de Santillana
El Marqués de Santillana: Biografía (1398-1458)
Obra: poesía alegórica, poesía doctrinal, sonetos italianizantes, lírica menor y obra en prosa
Jorge Manrique - Coplas a la Muerte de su padre
Jorge Manrique: Biografía (1440-1479)
Coplas a la muerte de su padre: métrica y estructura, técnica y estilo ...
Fernando de Rojas - La Celestina
La Celestina: autoría, estructura, personajes, género, lengua y estillo...
Resumen de la Celestina por actos
FUNDAMENTOS FONÉTICOS Y FONOLÓGICOS DE LA MÉTRICA ESPAÑOLA.
La poesía: Es la expresión de la belleza por medio de las palabras, ya sea en prosa o en verso.
La prosa: Definimos como prosa la forma natural del lenguaje para expresarnos. Trasladada a la escritura, la reconocemos como todo texto escrito de la misma manera que hablamos, respetando todas las reglas y normas ortográficas existentes.
La métrica: Es la parte de la Gramática que estudia los elementos del verso, de su construcción y de sus combinaciones. Las unidades métricas son: la sílaba métrica, el grupo fónico, el verso, la estrofa y el poema.
La sílaba métrica y el grupo fónico: Son las unidades métricas menores, y en ellas se basan los ritmos de cantidad, intensidad y tono. Con ellas se constituyen el verso.
El verso: Es el conjunto de palabras sometidas a medidas, ritmo y rima. Si tenemos una visión elemental de él, lo reconoceríamos visualmente en la escritura por su disposición en la página; las líneas no está totalmente ocupadas por las palabras. Llamamos verso a cada línea escrita de un poema. Es la unidad métrica menor con independencia poética. Su descripción y clasificación se hace de acuerdo al número de sílabas métricas que lo componen, como primer criterio, y a la distribución acentual, como segundo criterio.
Atendiendo al primer criterio, los versos de la poesía española, se clasifican de la siguiente manera.
Versos de arte menor: Son los compuestos por ocho sílabas métricas o menos. Pueden ser:
Bisílabos: 2 sílabas. Son poco frecuentes en la literatura española, aunque fueron más utilizados en la época del Romanticismo, en combinación con otros tipos de versos.
Trisílabos: 3 sílabas. Al igual que el anterior, es poco frecuente. Se ha utilizado principalmente desde el siglo XVIII hasta la actualidad, combinado con otros tipos versos.
Tetrasílabos: 4 sílabas. Se ha utilizado desde la Edad Media, solo o combinado con otros versos, principalmente con versos de ocho sílabas en estrofas de pie quebrado.
Pentasílabos: 5 sílabas. También han sido utilizado desde la Edad Media, combinado con otros tipos de versos, y a partir del siglo XV de forma independiente.
Hexasílabos: 6 sílabas. Se utiliza desde la Edad Media en composiciones populares.
Heptasílabos: 7 sílabas. En la época del Renacimiento se utilizó frecuentemente combinado con versos de once sílabas. En el siglo XVIII también fue muy empleado.
Octosílabo: 8 sílabas. Es el verso más abundante en la poesía española. Se ha utilizado desde el siglo XI a la actualidad ininterrumpidamente.
Versos de arte mayor: Versos de nueve sílabas métricas o más. Pueden ser:
Eneasílabos: 9 sílabas. Aparece en estribillos de poemas y canciones populares de los siglos XV al XVII, aunque su empleo aumento en los siglos posteriores.
Decasílabos: 10 sílabas. Es de uso poco frecuente, y se utiliza en combinación con otros tipos de versos.
Endecasílabos: 11 sílabas. Antes del siglo XVI se utilizaba esporádicamente en España. Pero a partir de entonces adquiere gran importancia, al adaptarse a la poesía española el endecasílabo italiano, convirtiéndose en uno de los más utilizados en toda la poesía castellana. Existen distintos tipos de endecasílabos, según la posición en que se encuentren los acentos no estróficos (el estrófico va siempre en la sílaba décima): el endecasílabo sáfico (lleva acentos en la 4ª y 6ª u 8ª sílabas), endecasílabo melódico (lleva acentos en 3ª y 6ª sílabas), endecasílabo heroico (lleva acento en 2ª y 6ª sílabas), endecasílabo de gaita gallega (lleva acentos en la 1ª, 4ª y 7ª sílabas), etc... Ej:
Sáfico: Cuando me paro a contemplar mi estado
Heroico: A Dafne ya los brazos le crecían
Melódico: Y la furia del mar y el movimiento
Dodecasílabos: 12 sílabas. También se llamó verso de arte mayor, y fue muy utilizado en los siglos XIV y XV. Normalmente es un verso compuesto de dos hemistíqueos de seis más seis sílabas, o de siete más cinco sílabas, separados por una censura.
Tridecasílabo: 13 sílabas. Poco frecuente.
Alejandrino: 14 sílabas. Es el verso por excelencia del Mester de Clerecía (siglos XIII y XIV). Después, ha sido escasa su aparición hasta el siglo XIX, en los que fue utilizado por los poetas románticos.
Pentadecasílabos: 15 sílabas.
Hexadecasílabos u octonarios: 16 sílabas.
Heptadecasílabos: 17 sílabas.
Octodecasílabos: 18 sílabas.
Eneadecasílabos: 19 sílabas.
El ritmo: Es la repetición periódica de algo. En el verso se produce por la repetición periódica de pausas, de acentos, y de ciertos fonemas situados al final de cada verso.
En la literatura española, y en la mayoría de las literaturas de origen románico, el verso está basado en la existencia de cuatro ritmos, que no tienen porqué aparecer coexistiendo en el poema. La aparición o no de ellos depende, fundamentalmente, de los gustos del poeta y, fundamentalmente, de la época.
Estos cuatro ritmos están identificados con las cualidades del sonido, y son: el ritmo de cantidad, el ritmo de intensidad, el ritmo de tono y el ritmo de timbre.
El ritmo de cantidad: Lo marca el número de silabas métricas que tiene un verso. La sílaba métrica no coincide siempre exactamente con la sílaba gramatical; la sílaba métrica es una unidad poética: la unidad del ritmo de cantidad, que puede estar constituida por alguna de las siguientes licencias poéticas:
Una sílaba gramatical.
Una sinalefa: Dos sílabas gramaticales formando una sílaba métrica. Se produce cuando una palabra termina en vocal y la siguiente empieza por vocal; se cuenta como una sola sílaba, sean las vocales de abertura máxima, media o mínima. En principio la sinalefa se tiene siempre en cuenta, salvo que, por conveniencia del autor, no se considere la misma para salvaguardar la métrica armoniosa del verso. Ej: Mon-ta-ña al-ta.
La diéresis: Ruptura de un diptongo y formación de un hiato, de tal manera que una sílaba gramatical se convierte en dos sílabas métricas. Debe indicarse gráficamente con la diéresis ortográfica. Ej: Sü-a-ve.
La sinéresis: Conversión de un hiato en un diptongo. Mucho menos frecuente que la licencia anterior. Ej: Roe-dor.
Terminación aguda: Si la última palabra del verso es aguda, se cuenta una sílaba métrica más.
Terminación esdrújula: Si la última palabra del verso es esdrújula, se cuenta una sílaba métrica menos.
El ritmo de intensidad: Lo marca los acentos prosádicos, o de intensidad, que aparecen en el verso. Tanto su número como su situación son variables, pero siempre ha de aparecer un acento de intensidad en la penúltima sílaba métrica, llamado acento estrófico. La posición que toman los demás acentos es menos regular, y éstos reciben diferentes nombres según su situación respecto al acento estrófico. Son de tres tipos:
Acentos rítmicos: Si el acento estrófico coincide con una sílaba par, son rítmicos todos los acentos que vayan en sílaba par; y si el acento estrófico va en sílaba impar, son acentos rítmicos todos los acentos que vayan en sílabas impares.
Acentos extrarrítmicos: Los acentos que no coinciden en el mismo tipo de sílaba (par o impar) que el acento estrófico.
Acentos antirrítmicos: Son acentos antirrítmicos los que van en la sílaba inmediatamente anterior o posterior a un acento rítmico.
El ritmo de tono: Lo marca la entonación de los grupos fónicos. La longitud de cada grupo fónico (y su significado) junto a las pausas determinan el tono de la estrofa. En la lengua española encuentran tres tipos básicos de entonación: ascendente, descendente y en suspensión. Referentes a las pausas, en la poesía española se distinguen tres tipos:
Pausa estrófica: Se produce obligatoriamente al final de cada estrofa. Suele representarse con los siguientes símbolos: ///.
Pausa versal: Se produce obligatoriamente al final de cada verso. Suele representarse con los siguientes símbolos: //. Una anomalía dentro de la pausa versal es la que produce el encabalgamiento.Éste se produce cuando se rompe una pausa versal para mantener la unidad sintáctica entre dos palabras (determinante-nombre, verbo-adverbio, adverbio-adjetivo, etc...) que deben decirse sin pausa entre ellas. En el caso de que se mantuviese la pausa versal, tendría que romperse dicha unidad sintáctica.
Pausa media: Se produce en el interior del verso y puede aparecer o no. Suele representarse con el siguiente símbolo: /.
Pausa cesura: Se da en el interior de un verso (siempre compuesto) y lo divide en dos parte iguales o no, de forma que cada una se comporta casi como un verso independiente. Quiere decir que las dos partes (llamadas hemistíqueos) se han de analizar en cuanto a los ritmos de cantidad, intensidad, tono y timbre, de forma independiente; no habrá sinalefa entre ellas, se contará una sílaba métrica más o menos según termine en palabra aguda o esdrújula, y podrá existir una rima interna. Por lo tanto la cesura, que en definitiva es un tipo especial de pausa media, por su valor rítmico equivale a una pausa versal, y como tal suele representarse con los símbolos: //.
El ritmo de timbre: Lo marca la rima, que es la repetición total o parcial de ciertos fonemas al final de ciertos versos, a partir de la última vocal acentuada, o el acento estrófico. Existen dos tipos en la poesía española:
Rima consonante: Donde sí son iguales todos los fonemas de dos o más versos, a partir de la última vocal acentuada. Se llama rima perfecta o total.
Rima asonante: Donde sólo son iguales las vocales de dos o más versos a partir de la última vocal acentuada. Se llama rima imperfecta o parcial.
La estrofa: Es el conjunto de dos o más versos cuyas rimas se distribuyen de un modo fijo. Es una unidad métrica superior al verso; se trata de una serie de versos con la misma estructura rítmica. La repetición de estrofas puede formar un poema.
Bibliografía:Deyermond, Alan, Edad Media. Primer suplemento, vol. 1/1 de Francisco Rico, Historia y crítica de la literatura española, Crítica, Barcelona, 1991.
Pedraza Jiménez, Felipe B. y Milagros Rodríguez Cáceres, Las épocas de la literatura española, Ariel, Barcelona, 2006.
López Estrada, Francisco, Introducción a la literatura medieval española, Gredos, Madrid, 1983 (5ªed.).