LA POESÍA COMO ESPACIO DE ENCUENTRO ENTRE CULTURAS
POR GERMAIN DROOGENBROODT
“Lo que importa después de todo, es la lengua. Nuestra supervivencia depende de ella. Lo que decimos y como lo podemos decir, los símbolos que podemos utilizar para expresar la realidad, esas son las cosas que nos preservaran…”
Neil Belton (de Game with Sharpened Knives)
Todos conocemos el famoso verso de Antonio Machado: Caminante no hay camino/Se hace camino al andar.¿Y que es el poeta, sino un caminante entre distintas culturas? Ni siquiera tiene que viajar, porque antes de convertirse en poeta ha sido y sigue siendo un atento lector, un viajante espiritual.¿Y que es el poema? Según el poeta suizo Philippe Jaccottet los poemas son como pequeñas linternas en que arde aún el reflejo de la luz. Y eso es, la poesía es la linterna con la cual el poeta busca la luz, esclarecimiento, iluminación y si no la encuentra en su propia cultura, la buscará en otras culturas donde encontrará otros caminantes, poetas, también en busca de algo más que lo ya conocido. Son aquellos encuentros espirituales que se convierten en una amalgama, en nuevas ideas en…poemas. Porque el poema no se cree de la nada, es una creación con palabras, con ideas que se choquean como astros y es con las chispas del choque dan esclarecimiento y claridad que se convierten en poesía. Lo dice el poeta argentina Hugo Mújica en un verso, lo que busca el ciego con su bastón, no es el camino, sino la luz. Eso es lo que también busca el poeta con su poema: una nueva realidad, esclarecimiento, luz, traspasando fronteras, descubriéndolo en otras culturas en otras filosofías. No tiene que convertirse, pero se convertirá. Se convertirá en si mismo, pero no más él mismo.
Paul Celan, que sólo en su poesía encontró sosiego, pretendía que el poema es solitario y siempre en camino, desea ir a otro, necesita aquel otro, necesita un opuesto lo busco, lo hablo. Pero la poesía no es solamente un espacio de encuentro entre culturas para el poeta sino también para el lector. Una vez escrito se libera el poema de su creador y como ave migratorio se echa a volar cruzando fronteras, países, continentes y culturas. Entra en las casas, en habitaciones, en los lugares más íntimos. Habla de desdichas, de calamidades, de la muerte, pero también de esperanza, de amor y de valor, las cosas del ser humano. Pero si la poesía es un espejo que refleja lo visible, raramente, pero una que otra vez, también refleja lo no invisible. Por desgracia, en nuestra sociedad de consumo siempre más egoísta, siempre menos humano, donde los valores fundamentales decaen día por día, la palabra poética ha también perdido su importancia, porque no tiene valor económico. Hasta hoy en día, el poema se escapó de la moda del consumo, porque no tiene valor económico. Por eso ha desaparecido en las medias de comunicación, predominadas por la destructiva dictadura del índice de audiencia. Sólo cuando no hay más otras remedias, en momentos de extrema desesperación, o cuando la muerte toca a la puerta, se acuerda del alivio de la oración, de unos versos. Incluso para memorar al difunto, se pone un par de palabras, un verso en la losa sepulcral. El poema es como la luciérnaga, ya en vías de extinción, minúscula, desapercibida, pero centella en la noche más oscura.
Y que sí, la poesía, es un espacio de encuentro de culturas, también para el lector. Los periódicos y los semanales suelen más desinformar que informar, ya que son dirigidos por grupos importantes o influidos por ideologías políticas. Incluso la mayoría de los críticos literarios, no suele ser lo que tenían que ser: objetivos, ya que tienen también sus libros publicados en un u otro editorial.¿Y la televisión? Es totalmente esclavo de la dictatura del índice de audiencia, ofrece al sus espectadores “reality shows” que no son realidades, sino realidades actuados y simulados. Incluso las telenoticias no ofrecen la realidad, ya que las imágenes han sido seleccionadas para choquear al espectador. Incluso son efímeras. Ni informan del pasado, de la historia de la gente. No quieren informar, sino choquear: panem et circenses, ofrecer espectáculo. Son imágenes del momento. Dicen poco o nada de la historia, de la vida de las personas. De eso nos hablan los poetas. Desde la Odisea, el primer gran poema en la historia occidental, hasta hoy en día: Paul Celan con su escalofriante Fuga de la muerte sobre las cameras de gas de los Nazis, Izet Saraylic de la destrucción y enemistad entre las habitantes de la ex Yugoslavia, Juan Gelman sobre los desaparecidos en Argentina, Mahmud Darwish sobre las esperanzas y el inhumano tratamiento de los Palestinos etc. El poeta siempre ha sido y sigue siendo un caminante entre culturas, la palabra es su herramienta, el poema el puente que junta.