JUAN CARLOS ONETTI: INQUIETANTE, PESIMISTA, UN EXISTENCIALISTA DE LA PALABRA
ISABEL REZMO
El uno de julio de 1909 nace JUAN CARLOS ONETI, (Montevideo, 1 de julio de 1909 - Madrid, 30 de mayo de 1994) fue un escritor uruguayo. Considerado padrino oculto e inquietante de la literatura iberoamericana.
El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, creador de 11 novelas, 47 relatos, por lo menos 116 ensayos y varios poemas, como "Tierra de nadie" y "Juntacadáveres", falleció el 30 de mayo de 1994 en Madrid, España.
Galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1963 y el Premio Cervantes en 1980, nació el 1 de julio de 1909 en Montevideo, Uruguay, de la pareja formada por Carlos Onetti, un funcionario de aduana y Honoria Borges, quien provenía de una familia brasileña. Tuvo dos hermanos: Raúl y Raquel.
Onetti, quien abandonó los estudios secundarios en el tercer año por una huelga general (1922-1929) durante varios años, desempeñó diferentes cargos: portero, funcionario de la empresa Guerin y mozo, entre otros. Además, de joven fue un buen atleta: practicó remo, basketball y atletismo.
Entre 1928 y 1929 colaboró con la revista "La tijera", que publicaba un grupo de muchachos de Villa Colón; luego, en 1930, se casó con su prima María Amalia Onetti, con quien en marzo de ese año se fue a radicar a Buenos Aires, donde se ganó la vida con la venta de máquinas de sumar y algunas notas que publicó sobre cine en "Crítica".
El 16 de junio de 1931 nació su primer hijo: Jorge y posteriormente, en 1933, apareció en La Prensa su cuento "Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo", recopilado en volumen en 1974. En ese año se separó de su mujer.
De regreso en Montevideo volvió a contraer nupcias, esta vez con María Julia Onetti, hermana de su primera mujer. Entre 1935 y 1938 publicó los cuentos "El obstáculo" y "El posible Baldi", a los que siguió su relato "Los niños en el bosque" y la novela "Tiempo de abrazar".
Carlos Quijano, fundador del semanario uruguayo "Marcha" designó a Onetti secretario de redacción. El escritor, quien publicó en ese medio la columna literaria "La piedra en el charco", vivió en una pieza al fondo del local que ocupaba el periódico.
Bajo los seudónimos de "Periquito el Aguador", "Groucho Marx" y "Pierre Regy" firmó artículos de alacraneo literario y cuentos policiales. Después publicó su primera novela "El pozo" en papel de estraza, con una tirada de 500 ejemplares.
Más tarde dio a conocer dos cuentos (1944): "Bienvenido Bob" (La Nación, noviembre 12) y "La larga historia" en Alfar (Montevideo). Este relato se transformará en la nouvelle "La cara de la desgracia".
Para 1945 se había ya divorciado y contraído terceras nupcias con una compañera de trabajo, Elizabeth María Pekelharing. Por esas fechas apareció en el semanario Marcha su cuento "Nueve de julio", y en La Nación se publicaron sus cuentos "Regreso al sur" y "Ejsberg, en la costa".
En 1949 salió a la luz "La casa en la arena", donde se inauguró la "saga" de Santa María, la ciudad mítica onettiana que se delimitará con mayor precisión en "La vida breve", que publica un año después la editorial Sudamericana y que Onetti siempre la consideró su mejor novela.
Después aparecieron "Un sueño realizado y otros cuentos" (1951), con prólogo de Mario Benedetti. Le siguen su relato "El Album" y la novela corta "Los adioses", dedicada a la poeta Idea Vilariño.
Hacia finales de año volvió a casarse (por cuarta vez) con la joven argentina (de ascendencia alemana) Dorothea Muhr (Dolly), su compañera hasta el final de su vida.
En 1957 es designado Director de Bibliotecas en la División de Artes y Letras de la Intendencia Municipal de Montevideo, cargo al que renunció el 4 de marzo de 1975.
Dos años después publicó la novela "Una tumba sin nombre" y en 1972 Onetti es elegido el mejor narrador uruguayo de los últimos 50 años en una encuesta realizada por el semanario Marcha, en la que participaron 35 narradores y poetas de distintas generaciones.
Un par de años después, el jurado de Marcha dio el primer premio al cuento "El guardaespaldas" de Nelson Marra. De inmediato Onetti y miembros del semanario son apresados por el régimen militar.
El escritor uruguayo permaneció en prisión entre el 9 de enero y el 14 de mayo. Cuando quedó en libertad, viajó a Roma para recibir el premio a la mejor novela de autor latinoamericano traducida y publicada en Italia, en este caso "El astillero".
En 1976 apareció su primer poema "Balada del ausente". Participó en un seminario en la Universidad de Pau, Francia, y fue homenajeado por la Universidad Paris-Sorbonne. Empezó a colaborar asiduamente en El País de Madrid y otros diarios de Latinoamérica.
Entre otros premios recibió en 1990 el de la Unión Latina de Literatura "por su espíritu universal". En 1993 la editorial Alfaguara publicó la que fue su última novela: "Cuando ya no importe", considerada su testamento literario.
La tarde del 30 de mayo de 1994 en una clínica de Madrid, ciudad en la que pasó los últimos 19 años de su vida, retirado los cinco finales sin salir prácticamente de su cama, murió quien fuera considerado uno de los más grandes exponentes de la literatura existencialista americana.
Para saber más...
La primera edición completa de su obra, en tres tomos, dirigida por Hortensia Campanella, concluyó en 2009: Barcelona, Galaxia Gutenberg ISBN 978-84-8109-536-4.
La primera obra que publicó fue el cuento Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo el 1 de enero de 1933 en La Prensa (Argentina). Luego, en 1935 y 1936, en La Nación de Buenos Aires aparecen otros dos cuentos El obstáculo y El posible Baldi. De aquella época son el relato Los niños en el bosque y la novela Tiempo de abrazar, que no serán publicados hasta 1974.
En 1939 ve la luz su primera novela El pozo (Montevideo: Signo, 1939), obra con la que, según Vargas Llosa, se inicia la novela moderna en Latinoamérica.3 En esos años publica artículos y cuentos policiales con los seudónimos de Periquito el Aguador, Grucho Marx y Pierre Regy.
La novela Tierra de nadie (Buenos Aires: Losada, 1941), obtiene el segundo puesto en el concurso Ricardo Güiraldes. Ese mismo año La Nación publica Un sueño realizado, considerado su primer cuento importante.
En los años siguientes verán la luz la novela Para esta noche (Bs. As.: Poseidón, 1943) y una serie de cuentos, publicados en el diario La Nación, entre los que se destaca La casa en la arena (1949), por ser el que da comienzo al mundo de su ciudad de Santa María, que desarrollará en la novela La vida breve (Bs. As.: Sudamericana, 1950). Precisamente en esa ciudad mítica transcurrirá la acción de la gran mayoría de sus nuevas novelas y cuentos.
En 1951 publica la colección Un sueño realizado y otros cuentos (Montevideo: Número).
En 1959 publica Una tumba sin nombre (Montevideo: Marcha) que, en 1967, cambia de nombre por el de Para una tumba sin nombre (Montevideo: Arca).
Le sigue La cara de la desgracia (Montevideo: Alfa, 1961).
El Astillero se publica en 1961 (Bs. As.: Cía. Gral Fabril Edit.).
Los cuentos de El infierno tan temido (Montevideo: Asir) aparecen en 1962, y al año siguiente los de Tan triste como ella y otros cuentos (Montevideo: Alfa).
Juntacadáveres, una de sus más importantes novelas, es editada en 1964 (Montevideo: Alfa).
En 1965 publica Jacob y el otro. Un sueño realizado y otros cuentos (Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental).
La novia robada se publica en 1968 (Caracas: Monte Ávila).
La muerte y la niña aparece en 1973 (Buenos Aires: Corregidor).
Tiempo de abrazar y los cuentos de 1933 a 1950 se publica en 1974 (Montevideo: Arca).
Dejemos hablar al viento se publica en 1978 (Barcelona: Bruguera).
LA FIGURA LITERARIA DE JUAN CARLOS ONETTI
La literatura iberoamericana se asienta en la influencia de la obra de Onetti, diferentes críticos, autores resaltan su importancia y su figura.
De la obra de este gran autor se descarga una profunda raíz existencialista. El existencialismo sirve a Onetti para unir el gesto con la narración, la retórica con el mensaje.
Prevalece la visión de un hombre física y espiritualmente exhausto y atrapado por un proceso de desintegración, de ahí la proliferación de seres marginales en sus textos, héroes o antihéroes que son rufianes, prostitutas, enfermos, locos, todos ellos privados de ligaduras con el mundo, ya sean familiares u hogareñas. El desgaste no se limita a la existencia humana, afecta también a las cosas, a los seres inertes, como ocurre con la empresa del
Astillero en la novela homónima.
Claras alusiones a la muerte. y por eso enclaustra a los personajes.
El núcleo de su literatura nace de esa mirada hacia “Un Otro Lado”, que no se limita a la mera contemplación de ese lugar en principio ajeno sino que supone un intento obcecado por habitarlo. Personajes estrechamente vinculados a los marginados por Arlt y Faulkner , sus criaturas no modifican su conducta a raíz de lo que les sucede.
Se repite como rasgo distintivo “La Pasividad”, resignación fatalista ante el deterioro a que los somete la vida por la que se convierten en observadores privilegiados de la realidad integrantes de una sociedad donde los demás, rastreramente, "son el infierno", encuentran como único alivio a su soledad la evasión en el tiempo.
Una atmósfera de farsa y de derrota, narrador falible, testigo de luchas que no entiende del todo la liberación del suicidio, o un dejarse morir en la "naturalidad" de un viaje o en la "realización" de un sueño.
"Si Dios mismo le impede contestar/....Es necesario aceptar la soledad, /
", Y el paso indiferente de Dios que no ve ni saluda..."
"Estoy desnudo y lejos.........."
"Tropiezo y avanzo..."
"Muerto por la distancia y el tiempo."
DISTINTAS VOCES SOBRE ONETTI
El reconocimiento a Onetti es generalizado entre los más grandes escritores contemporáneos al autor y también de nuestra época.
De carácter tímido, introvertido, introspectivo y ajeno al mundo de la fama y los círculos literarios, desarrolló una obra intensa, caracterizada por la integridad y una radical entrega a la literatura.
“Entendía la escritura como un sacrificio de sí mismo” dice de él Vargas Llosa, y lo reconoce como “el primer narrador moderno de nuestra lengua”, para Augusto Roa Bastos Onetti es "el clásico por antonomasia de las letras hispanoamericanas contemporáneas”, y el propio Onetti dijo “Escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio. Para mi dulce condenación”.
Su obra crea un espacio coherente en un mundo fantástico que se aleja de la frustración, la derrota, la desazón, característica de sus personajes y de él mismo, en el que la imaginación es la vía para compensar este dolor.
Carlos Fuentes dice en La nueva novela latinoamericana: "Las novelas y cuentos de Onetti son las piedras de fundación de nuestra modernidad." Y agrega en otra ocasión:
"A todos su descendientes nos dio una lección de inteligencia narrativa, de construcción sabia, de inmenso amor a la imaginación literaria."
De forma semejante se expresan Juan Rulfo y Gabriel García Márquez. Octavio Paz escribe con motivo del Premio Cervantes otorgado a Onetti: "Se decía que América Latina era un continente rico en materias primas, generales y caudillos; hoy podemos decir que también es rico en poetas y novelistas."
Julio Cortázar llama a Onetti simplemente "el más grande novelista latinoamericano".
Para Antonio Muñoz Molina " sintetiza, simultáneamente, la precisión constructiva y lingüística de Borges y la pasión humana. Escribe en el límite del idioma".
Juan Villoro: fue el perfecto héroe de la renuncia. Su imagen célebre es la de alguien ajeno a toda actividad mundana, siempre acostado, muchas veces sin camisa, los gruesos anteojos dirigidos a un libro o al interlocutor al que miraba como si ya se hubiera ido, el vaso de whisky en el buró, orbitado por el humo del tabaco: un tumbado que se entrega a la épica de soñar”.
La literatura para mí: una amante. Cuando noto esa pasión, escribo, y cuando no, pues no." .
BIBLIOGRAFIA
Sobre su obra, artículos, entrevistas, prólogos consultar: : http://onetti.net/
Revista Digital Bitácora, “La Influencia de Onetti según Vargas Llosa” http://www.bitacora.com.uy/noticia_2311_1.html
Wiki pedia; http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Carlos_Onetti
Blog EL PAIS “Papeles Perdidos”: http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2012/09/el-astillero-de-juan-carlos-onetti.html
ONETTI, JUAN CARLOS .EL ASTILLERO-, -SALVAT EDITORES, S.A 1985