La biografía es un género que deja mal sabor de boca, porque sus protagonistas tienen la mala costumbre de morirse al final. Otro defecto de este tipo de libros es que suelen extremar los elogios hacia alguien y al ser humano no le gusta en absoluto que nadie hable bien de los otros seres humanos, rasgo que es también muy humano. Considerando esto, me he decidido a escribir un libro que le dé la vuelta de una vez al género biográfico, y he diseñado lo que yo denomino ‘biografeas’, que consisten en elegir como objeto de descripción a un sinvergüenza y ponerle como chupa de dómine, dándole una paliza con el garrote del humor.