El hallazgo del cadáver de una mujer estrangulada, en un vertedero de basuras, enfrenta al inspector jefe Santana a la resolución de un caso que se complicará conforme pasen las horas y se agote el plazo que el jefe superior de Policía le ha impuesto para que lleve a buen término una investigación cuyo aval es su continuidad al frente del Grupo de Homicidios de Sevilla. Para conseguirlo, el Maño se enfrentará a una sucesión de crímenes, de idéntica factura y calculada perfección, que se verá obligado a esclarecer en un momento en que su propia vida privada resulta ser, más que nunca, otro enigma por resolver.