El sol frío del otoño platense dibuja esta rara historia. Raro, sin más, es el adjetivo para describir a los protagonistas paralelos de la narración: Manuel, un joven solitario y melancólico, que tiene por costumbre enamorarse de cada chica que conoce, y Javier, un joven solitario y paranoico, que está convencido de ser el centro de una oscura conspiración. Ambos, en la búsqueda de una isla de certeza en su mar de incertidumbres, tratarán de comprender qué es aquello que se mueve detrás del reflejo de la realidad. Con una atmósfera ricotera que la sobrevuela, Un Dios Paranoico es una novela que retrata la vida joven en épocas donde el futuro parece haber muerto. Y colarse, a como dé lugar, en la bodega del barco que se hunde, parece ser la única salvación.