Esta segunda colección de la obra poética de Armando Warner está constituida por parte de lo más destacado que escribió en los últimos dos años (2017-2019). A pesar de su poca extensión, esta muestra es muy representativa de sus estados emocionales más profundos, explotados a partir de su entrega total al ruido de su silencio. Además, da muestra de su necesidad creativa, de sus percepciones acerca de su entorno, de la sociedad, del mundo y de sus máquinas de escribir mecánicas, de entre las cuales su Smith-Corona Sterling es su coprotagonista y la herramienta con la que dio forma tangible a los originales de esta colección. En suma, el contenido es un fiel y diáfano reflejo de Armando, de un hombre común y sus circunstancias, algunas de las cuales, quizá, sirvan para que los lectores se identifiquen en sus poemas escritos de modo realista, vibrante, rasposo, violento, sucio, sin filtros ni maquillajes, a puro fuego incontenible, tal como es y trata de vivir su autor. Todos los Perros Extraviados están Enfermos es la analogía que Armando Warner utiliza en esta colección poética para sugerir que por estupidez o descuido o conveniencia, podemos perder algo o dejarlo ir, que entre las pérdidas puede haber algo que queremos de vuelta, seo eso bueno o malo, esté limpio o plagado de pulgas, y que por eso comenzamos su búsqueda; una búsqueda hacia uno mismo.   “En Todos los Perros Extraviados están Enfermos, Armando Warner recopila sus poemas directos, algo Bukowski-ish, sobre deseo, enojo, pérdida y máquinas de escribir. Leí con mucho interés esta colección de poesía escrita de manera directa, con fuerza y honestidad. Richard Polt, The Typewriter Revolution Blog, EE.UU.