Este libro de relatos inaugura un nuevo subgénero, que podemos bautizar como "narrativa nerviosa" o "prosa histérica". En este subgénero, caduco nada más nacer, todo lo narran seres al borde del colapso, superados por lo que les sucede; seres que experimentan como un incendio la realidad, a la que deben tocar solo breves instantes para no quemarse y aguantar un poco más hasta el definitivo sofoco y combustión. Llaman éxtasis a lo que no es más que muerte, pura muerte. Son voces huidizas, que se escapan, que sufren, que padecen un estupor malsano. Distingue a este subgénero una escritura exaltada, que además se caracteriza por que la voz del narrador, a punto de superar los límites de su aguante, intenta relatar a trompicones un episodio en la búsqueda de esos éxtasis torcidos y mortales, que a veces se buscan con métodos equivocados en tramas que degeneran en una terrible frustración o en un aparatoso fracaso... Se espera que estos relatos por lo menos entretengan, hagan reír, irriten o merezcan la peor de las excomuniones.