Comentarios (2)

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  José Manuel Sánchez

  22 Febrero 2016 a las 18:15 | #

  Hoy me he acabado de leer La Ley de las Entrañas, de Erika Cipré, novela largo tiempo esperada por sus seguidores (entre los que me encuentro), y que nada más poner la vista sobre ella puede apreciarse el esfuerzo y dedicación que ha invertido en ella todo este tiempo: Desde su formato y tipografía, hasta cada palabra de cada diálogo, pasando por la estructura de capítulos y, por supuesto, la enigmática ilustración de cubierta, (tan sugerente como emblemática del nuevo enfoque que la autora está imprimiendo a su obra en esta etapa de su carrera); hablan del mimo con el que Erika trata a sus textos, se traten de un relato, un poemario, o una historia como la que cuenta esta novela.
  
  Esta historia se inicia con una huida, trepidante y fríamente ejecutada por la protagonista de la misma, una misteriosa mujer que vive en el filo de la nabaja, metódica y perfección isla hasta decir basta, que ahoga las dudas dejandose guiar por sus instintos; y ahoga el amor sumergiéndolo en en el corazón de la acción. una rockanrolla entre rockanrollas, tan genial como imprevisible, auténtica,...
  
  Ideada desde una perspectiva aun más arriesgada que la que enfocaba su anterior obra, "El Bosque de Amanecida, Erika se las arregla para, jugando de forma inteligente con los cánones del género negro europeo, en el que podríamos inscribir la novela, y entre cuyas páginas puede encontrarse trazas del noir inglés más elegante, pero también del sugerente polar francés; fusionar el concepto resultante con dosis del thriller yankie más sofisticado e infartados. Y para más inri, con éxito.
  
  Historia narrada con una voz cuyo discurso mezmerizante e inquietante a partes iguales, sorprendente por la particularísima manera que la autora tiene de presentar escenas dónde la crudeza está presente pero mezclada con otro tipo de sensaciones más... pasionales. Escenas que se alternan con descripciones de diversos entornos europeos y sus costumbres, pero sobre todo, de estados de ánimo, terreno en dónde la autora brilla con luz propia.
  
  También la creación de personajes demuestra ser otro de sus puntos fuertes: sólidos y con un trasfondo del que siempre apetece conocer más, los personajes de La Ley... sorprenden tanto por lo que se explica de ellos, como, muy especialmente, por lo que tan sólo se insinúa...
  
  La propia Lavinia arrastra un interesante complejo de mantis enamorada del peligro; con querencia al camuflaje y al cambio de identidad. Complejo que en un primer momento podría asociarse al de las clásicas femmes fatales cuya más actuales encarnaciones aparecieran en los 90 de la mano de guionistas y realizadores como Luc Besson o Joe Esterhazy, o incluso Reb Bradock (estoy pensando en su muy original 'Curdled'); pero e que en cuanto se profundiza en ella se descubre que los tiros van por otra dirección. ¿Cuál? Eso es algo que le tocará descubrir al lector...

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  Ani

  13 Abril 2016 a las 22:35 | #

  Una historia que te atrapa desde el principio hasta el final, y nos deja con ganas de más.
  Una autora detallista y meticulosa. Todo tiene un orden.
  Merece la pena meterse entre sus páginas y conocerla un poco mejor.

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