Con una visión meridiana de las circunstancias de su propio yo y la realidad de su época, Juan Carlos Hidalgo enfoca gran parte de su obra hacia la utilidad de la práctica del 'amor al prójimo', cada vez más escaso, casi ausente, a medida que avanza la tecnología, se moderniza la guerra y se aísla el ser humano en el egoísmo de sus propios intereses, lo que da como resultado el 'mutis', casi generalizado, de la conciencia individual al grado de justificar el mal como único medio para alcanzar algún bien, error repetido por todas las generaciones que nos anteceden en la historia de la humanidad, cada vez más deshumanizada. Toda esta carga de hechos irrefutables encierra también sin duda un manantial de dolorosa poesía que no puede escapar del cauce de una pluma experimentada y objetiva como la de Juan Carlos Hidalgo el hombre, el poeta, el gran ser humano, también protagonista de la comedia y la tragedia del gran Teatro Universal de la vida... Myroslava Sternova y Ladrón de Guevara