La revolución femenina es uno de los eventos más trascendentales de la época moderna. No solo por los logros en favor de la mujer, sino también por la repercusión social que los excesos han generado. Lo que parecía una justa reivindicación de los derechos femeninos, se convirtió en el escenario de una enloquecida carrera hacia la autodestrucción humana. Desaparecieron por completo la equidad, la justicia y el equilibrio para dar lugar a la imposición de todo lo imperfecto que dicta la anarquía y una latente doctrina malsana.