Me he visto muchas veces en una situación que a mí me parece un poco cómica; alguien que me conoce como escritor y se entera de que tengo una enfermedad, o mejor dicho un trastorno mental, o alguien que me conoce como enfermo y se entera de que soy escritor, o lee algo mío que le gusta, y se sorprende, de que lo haga y de que lo haga bien, como si lo uno tuviera que ver con lo otro. Y nada tienen que ver, y cuando lo tienen, es para bien. Es triste y lamentable que la gente siga teniendo una visión tan borrosa de lo que es la enfermedad mental. Sobre todo teniendo en cuenta las estadísticas, que son contundentes, si no recuerdo mal; un tercio de la población mundial tendrá que pasar en algún momento de su vida por los servicios de salud mental. Eso representan miles de millones de personas, que seguirá creciendo a la par que el número de habitantes. En estos relatos se tratan diferentes enfermedades y puntos de vista, sin pretensión más que de hacer pensar un poco. Hacer ver lo confundida que puede llegar a estar la gente. Los he escrito a lo largo de tres años, para tres ediciones del; Concurso de relatos en honor a Leonor Lorente, que organizan desde el cdromareda de la ciudad de Zaragoza. Los dos primeros años; 2017 y 2018 obtuvieron el primer premio con; Dice la señorita Gardeñes e Identidad, respectivamente. Mi agradecimiento a todos los que forman el centro de día Romareda y en especial a los organizadores del concurso, jurados y Doña Carmen Lorente que lo patrocina.