Relatos de una asesina

La vida es un juego, eso sí, pensar de esta manera es muy correcto. Con el caminar por la vida y las situaciones que debemos afrontar, aprendemos que cada uno se hizo para algo diferente; crear, destruir, reparar, curar, concientizar, pensar, llorar, amar, morir y matar, obvio hay otras tantas cosas más puntuales Lo cierto es que cada uno tiene una tarea de existencia, es esa la maldita razón por la que venimos al mundo; un impacto mínimo, hasta el no nato que murió por aborto cumplió un objetivo, vaya usted a saber cuál fue. El camino por el que he andado y el que se visualiza a lo lejos en el horizonte es mi destino y si quiero puedo seguirlo o simplemente mirarlo y dejarlo pasar, pues tengo el poder de elección en mis manos (aprendido de la escritora). Personalmente, pienso que, aunque tú (lector) y yo tomáramos el mismo camino, yo seguiría siendo lo que soy y tú serías siempre el mismo falso obispo escondiendo sus reales intenciones detrás de una sotana (sin sentimiento de ofensa) En esencia, nuestras almas corren más rápido de lo que pueden nuestros cuerpos, por lo tanto; caminos iguales no significa finales iguales, en esta vida y en la que sigue. No soy tan buena explicando lo que siento y pienso, en eso siempre es mejor mi querida amiga la escritora, por esa razón ella escribió el 90% de este contenido. Digamos que yo soy una persona de accionar, soy mejor en la práctica y en el uso de pocas palabras, tal vez esto se deba a la naturaleza del trabajo que ejerzo, por eso le he dejado a mi amiga la escritora hacer lo aburrido, aquello de acomodar palabras para contar mis pequeñas aventuras y pensamientos. ¡Que yo siempre había pensado que la vida era un juego! bueno no tanto, digamos que yo siempre veía la vida con demasiada seriedad, eso cambió cuando conocí a la escritora, que seguramente estará redactando esto desde su propia perspectiva y la vi ahí sentada bebiendo un café, mientras un par de tipos se peleaban casi detrás de ella y una mujer discutía acaloradamente con otra,ella estaba ahí, ajena al mundo, sin inmutarse aunque un terremoto se viniera encima, pude apreciar que su cuerpo físico tomaba café aunque su ser superior estaba muy lejos de esa zona. Así nació en mí la curiosidad de como hace la gente para tomarse todo a cuenta de nada. Fui en dirección donde estaba ella, la quedé mirando como si fuera una especie de alienígena y ella sonriendo me dijo “La vida es un juego que hay que saber jugar, uno decide si ser jugador o espectador; el jugador deberá dejar más que la vida en la pista de juegos y el espectador se limitará a observar y construir una idea de lo que se debe o no se debe hacer” Resulta ser que esta chica; un poco atolondrada, seria, con cara de inmadura, mirada misteriosa y frialdad extrema, había descubierto la forma en la que se debe vivir en el mundo… Así nació una amistad extraña… así que la escritura de esta historia se la debemos a ella… De mi profesión, pues bien, toda profesión merece respeto y la mía igualmente. Que la gente venga con sus preceptos éticos y morales, no me importa o ¿Acaso mentir no es inmoral y antiético? igualmente nuestra sociedad lo toma como una costumbre normal. ¿Acaso creéis que la religión no miente? ¿Acaso pensáis que todo lo que dice la biblia es una referencia a los hechos reales? ¿Acaso creéis que vuestros maestros os enseñaron directo del árbol de la sabiduría? ¿Acaso los filósofos eran hombres perfectos con sabiduría por palabra dicha? ¿Acaso pensáis que la naturaleza de la humanidad es lo que practicáis? Si esto es lo que pensáis pues debo deciros que es mejor que permanezcáis en esa ejemplar ignorancia, puesto que conocer la verdad os podría volver locos e incrédulos del sentido de vivir. Cuando eso ocurre, se pierde la fe. Sin fe no se puede vivir bien, eso lo digo con experiencia propia, pregúntense ustedes también y caerán en cuenta de lo que estoy diciendo. Yo soy de esas personas que prefiere que sigan creando juicios de valor de la naturaleza de las cosas, respecto a lo que yo hago; si soy humana o si no lo soy… esto de ser el chivo expiatorio de las culpas de una sociedad que se cae a pedazos es muy divertido, siendo que es muy fácil buscar pretextos y echarles la culpa a otros, que asumir culpas propias, las culpas que tiene la sociedad, este constructo que es experto para dar a luz monstruos y luego dejarlos a su libre accionar. En fin, a todos los que estéis leyendo, este conjunto de relatos sobre algunas de las cosas que he hecho y pensado. El texto que haya escrito mi amiga, pues que os quede claro que estas son historias de ella y que yo… pues yo no pongo a precio mi cuello por lo que ella haya escrito. Y si alguien intenta saber más de lo que ella haya puesto aquí, pues que sepa a lo que se atiene.

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