No sueñes en voz baja, mucho menos en silencio, que lo que tu alma sueña alcanzar, lo oigan los demás y lo compartan; tú nunca sabes quien se puede enamorar de tus sueños y te ayudará a realizarlos. Nunca pongas en pausa tus anhelos, mucho menos los dejes dormir; antes bien, alborótalos como el viento al polen, que vuelen, que impregnen muchos corazones por si un día te diera por serles infiel, o por creerte los obstáculos que algunos ponen, otros te recuerden el amor que les profesabas y te reconcilies con ellos. Nunca sueñes a solas, ni en secreto, al contrario: ponle altavoces a tus ilusiones, que aún en la más recóndita y oscura gruta hay eco… Grita y ofrece de ti lo más bello y deja que otros se te unan. Nadie tiene todas las herramientas en el taller de la vida… Injerta las ramas de otros sueños con los tuyos y déjate sorprender por la belleza de los frutos. -ISABEL MIRANDA DE ROBLES