Alba Madero nos sumerge, a su corta edad, en un poemario en el que la búsqueda con o sin sentido está presente en cada verso, al igual que la transformación que va surgiendo tanto en su interior como a su alrededor. Ella dice haberse tropezado con monstruos y haber luchado a contracorriente, pero no por eso la ha hecho más débil, todo lo contrario. Podemos encontrarnos en una primera parte del poemario, "Los fundamentos de la luz", con esa oscuridad que la ha atenazado durante tiempo, pero que a fuerza de buscar salida nos conduce a una luz llena de esperanza y libertad, esos fundamentos que todos y todas deberíamos perseguir.