LLEGAR HASTA AQUI

  • Autor: DOMINGO LOPEZ
  • Género: Poesía
  • ISBN: 978-84-942094-3-7
  • Nº Páginas: 48
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Año: 2014

En los poemas de “Llegar hasta aquí”, el nuevo libro de Domingo López, aparecen unos cuantos hombres alojados, ya sin remedio, en la impiedad de los márgenes. Se diría que todos han tenido alguna oportunidad, pero todos la han perdido. Trenes de la fortuna que pudieron pasar fugaces, que de haber estado atentos les hubieran recompuesto la mueca despectiva, pero estaban los protagonistas de este poemario mirándose a sí mismos, bebiéndose la angustia en las tabernas, desertando de las cautelas que hacen la vida cómoda, quizá no feliz, pero algo menos horrible. Y para colmo si alguno de los hombres que aparecen en este libro consigue cierta paz, cierto sosiego, el poeta considera las migajas y se las lanza al que se creía salvado a la cara; un trabajo estable, una familia, una casa. ¿Esta era la estación de llegada? Familia, trabajo, casa, parentela (un hijo que ya me ignora) Nada de eso aliviará, en este caso al autor, que no se reconoce en ninguna de las componendas con que trata de mitigar la vida esa insoportable angustia del existencialista. Parecería, contado así, que vamos a salir de “Llegar hasta aquí” muy heridos, pero no, la habilidad de Domingo López como poeta y como audaz narrador, nos reconforta cuando tras alguno de sus poemas nos duele un poco al tragar. Así, de pronto anta la fatalidad de uno de sus vencidos , escribe un verso lleno de sinceridad, de ingenuidad y de hermosura “qué bien que no tenga porvenir, / se dijo,/ qué bueno que el futuro/ no exista “ esos paréntesis de humor, de un humor sombrío en el que, por ejemplo, un solitario festeja que haya todavía gente que se equivoque al marcar y así, suene el teléfono- equivocado- nos permiten esbozar la media sonrisa de la comprensión unas veces, de la analogía, otras. Nos acordamos de esos personajes de Samuel Beckett en muchos de los escalofríos del libro. Y la aridez del estilo, desnudo de metáforas recurrentes y de artificios, viene a subrayar el dolor de algunos de los poemas que funcionan como fotografías fijas en las que casi siempre nos parece que hay un hombre, sentando en una silla de enea, o del más humilde de los materiales, sosteniendo entre sus dos manos el peso de su cabeza y tapando con las palmas sus ojos, como en el cuadro aquel de Van Gogh, tan estremecedor. El uso insistente de la tercera persona, con lo que el autor procura- y consigue- cierta distancia, cierta elegancia frente al paisaje de derrota que ha querido mostrarnos, dan al poemario una entidad distinta, lejana de la queja que trae, como sabemos desde Gracián, el descrédito. Y sitúan a los poemas más cerca de la crónica, incluso de la crónica fotográfica, por lo hábiles que resultan al lector las estampas dibujadas a base de versos por Domingo López en este “Llegar hasta aquí”. En tres ocasiones, esto es en tres poemas, Domingo López se permite el lujo de barbarizarse un poco con los sentimientos; en el que evoca revoluciones y habla de una tea ardiendo y de pasar con ella toda la noche quemando lo viejo, en el que homenajea a su dilecto Roque Dalton, donde parece llenarse de esperanza al evocarlo y el poema que dedica a un amigo suyo, donde con muy pocos versos cuenta una historia de amistad, juventud y , tal vez, de alegría que es en todo caso una alegría estupefacta. “Llegar hasta aquí” es un libro que leeremos muy deprisa, pero que no pondremos tan rápido en la balda de nuestra biblioteca, porque nada más acabar de saludar la poesía de Domingo López, sabemos que muy pronto, con o sin motivos, volveremos a visitar esta música de blues por donde se mecen o zozobran estos hombres solos. O tal vez estos hombres solitarios, que no es lo mismo, pero es igual.

Comentarios (1)

  • Marga

    Marga

    07 Julio 2014 a las 16:55 |
    Recomiendo este libro, es muy bueno.

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