Vengo de cordillera adentro, soy representante de ninguno, no tengo amigos influyentes en el gobierno ni en ninguna parte; pretendo llegar a ser lo que soy capaz de ser, no un banal transeúnte; camino solitario tras mis sueños, desnudo de poder, libre; no he ganado ningún premio, no hay editoriales que me publiquen, nunca he postulado a concurso alguno ni a Fondos Concursables, tengo millones de no lectores, hago, artesanalmente, mis propios libros, no aspiro a ser famoso porque la fama es una prostituta que se entrega al mejor postor. Como. Escritor no recibo ningún tipo de aportes públicos ni privados. Flotan en mi alma recuerdos del Copihue, en sus tres colores, los sabores de la Murta, el Michay, el Boqui, el Maqui Blanco; el Boldo, las Nalcas; el olor de las Maderas, el verde del Laurel, la belleza de la madera del Avellano y el Lingue; resuenan en mi oído rumores de Machitunes y de Juntas, Pifilcas, Cultrunes, Trutrucas; el fifí de la Perdiz y su breve vuelo, el canto del Fío, del Chucao, del Huet Huet, del Pidén, de los Charcanes, del Pájaro Carpintero, de la Gallareta; el runrún del Picaflor y sus diminutos huevos que tienen casi la levedad del ser; la belleza y suavidad del pelaje de los Pumas, las Liebres, los Zorros, la Guiña; todos van desapareciendo; algunos sobreviven en los cada vez más escasos bosques, donde se esconden de los cazadores y deben huir, de tanto en tanto, de los incendios forestales.