Lejos de mí constituye un paseo por una etapa crucial en la vida: el tránsito entre la adolescencia y la juventud. Lejos de mí podría ser un libro de viajes, de viajes cargados de simbolismo y de sentimientos, de innumerables jornadas por tierras lejanas intentando dejar atrás los fantasmas que acechan al escritor, alejarlos de su vida, enajenarse de sí mismo, en vano. Podría decirse que Lejos de mí es un viaje a la cruz de la existencia, al desengaño, al descubrimiento del dolor, de las profundidades, recovecos y sombras del alma humana. En definitiva, un viaje hacia la madurez por los recurrentes y a menudo inesperados vericuetos de la vida.