En La sublime embriaguez del poder se narran las peripecias de un humilde caballerizo (y antes limpiabotas) del cuartel de un pueblo sin nombre que, sin saber a derechas cómo lo logra y sin proponérselo, llega a convertirse en general y presidente de cierto país latinoamericano insular, no especificado. Aunque el humor y la ironía recorren de principio a fin sus páginas, La sublime embriaguez del poder no es un texto humorístico, sino una profunda meditación sobre temas tales como el militarismo, las dictaduras, la democracia y la revolución. Ingenio, erotismo y reflexión, unidos a un uso del lenguaje desenfadado y a la vez de total corrección gramatical, son los principales elementos característicos de esta divertida novela, que seguramente hará pasar un buen rato a sus lectores, aunque las múltiples lecturas que concita los harán meditar.