Aunque la terminé en segundo lugar, esta fue la primera novela que empecé a escribir. Las veinte primeras páginas, fueron escritas originalmente en "máquina de escribir" en una Hispano Olivetti "Lettera 22" y después transcritas en el mismo procesador de textos. Como en todas mis novelas los personajes son imaginarios. Pero en esta, uno de ellos, lleva el nombre de uno de mis mejores amigos, a quién dedico la Novela y quién me aconsejó que no tirara al desguace mi primitiva máquina de escribir. Lamentablemente no le hice caso. En la segunda mitad del siglo XX, un joven Ingeniero se encuentra de repente al frente de la fundición que hereda de su padre muerto en un sospechoso atropello en su propia ciudad. A medida que se adentra en la dirección de la empresa le van quedando menos dudas sobre la causa de la muerte del antiguo propietario. Basada en hechos históricos que no pueden evitar las guerras europeas contemporáneas, en donde la industria armamentística española ha tenido un destacado papel, consigue demostrar la gran capacidad industrial nacional y los pocos escrúpulos que tienen los gobiernos y “señores de la guerra” de distintas creencias religiosas al comprar armas al mejor fabricante. Puede sorprender a jóvenes lectores el hecho de descubrir que una vez…. no existían los teléfonos móviles. La historia también gustará a los amantes de la aviación deportiva.