Un ancestral legado surca el éter en busca de su próximo heredero. Estigma de una sucesión tan siniestra como ineludible cuyo génesis se remonta, quizá, hasta el principio mismo de los tiempos. Enigmas, secretos y condenas rubrican el destino de los miembros de un extenso linaje que defiende la continuidad de su existencia a cualquier precio. No importa cuál sea este. Feroz contienda de todo aquello que pudiese considerarse humano contra la sinrazón proterva de ambiciones desmedidas. Personajes imbuidos por el señorío aciago de una progenie infausta, se entrelazan, atemporales, a lo largo de la historia; soportando apenas, el ciclópeo peso de lúgubres y tortuosas emociones, culpas y memorias. Desencadenando, sin saberlo, el advenimiento de sucesos que escapan totalmente a su control. Una delgada línea divisoria se plasma frente a ellos. Bosquejo que separa la extinción de la supervivencia, obligándoles a elegir. Única e imprecisa opción ante el probable albur de todo finiquito. Sangre, silencio y muerte. Es entonces cuando la llave gira en el gran pórtico de entrada, anunciando que, por fin…ha llegado el heredero.