Lo que inspira y orienta el desarrollo de este ensayo son disposiciones que, por su singularidad, se distinguen en los textos neotestamentarios. La deifica prescripción: “El… quiso que buscaran por sí mismos la verdad sobre Dios”, la paulina exhortación: “examinadlo todo y quedaos con lo bueno”, y la enmienda de Jesús de Nazaret: “Ustedes han oído que se dijo… Pero ahora yo les digo”, animan a efectuar un análisis exhaustivo y crítico de la Biblia. Ellas hacen suponer la presencia en este libro de consideraciones que son susceptibles de cotejo.