En realidad yo soy un híbrido. Soy mexicana pero también francesa, soy escritora, pero también comunicóloga, me crié en la ciudad de Cuernavaca, pero en realidad en la montaña. Escribo desde los trece y amo el arte, pero también hago divulgación de la ciencia y logística; y aunque recién llegué aquí, Montreal es mi hogar. Pasé toda mi infancia en el jardín, si no es que en el bosque; y me siento más cómoda entre pájaros y ardillas que entre las multitudes de los días de oferta de las que huyo despavorida. Soy tan huraña que conocí a mi esposo en el mismo bosque en el que crecí, y mi mente se lleva bien con lo silvestre, tanto así, que el druidismo es una parte vital de mi vida. Me alimento a base de música, historia, imaginación, ciencia, y las recetas de mi madre, que son irresistibles. Mi nombre es Laura y es un placer conocerte.