Una primera aproximación al estudio de este fenómeno fue adentrarse pues hacia la creación misma del aparato tecnológico desde sus inicios, descubrir que muchos hombres de ciencia y otros no tanto, más bien románticos, hicieron posible que los sueños de tanta gente se tornen en una realidad concreta, palpable. Descubrir que pensadores, científicos e idealistas lograron por primera vez la transmisión de las imágenes de forma instantánea es, por decirlo de alguna manera, gratificante. Este acontecer social produjo un sistema de comunicación sin precedentes y que abrió todas las posibilidades de difusión y de desmitificación del fenómeno. Por ello, conceptualizamos y sintetizamos la información, usando referencias necesarias para que los acontecimientos aquí expuestos sean fáciles de digerir y por ende, fáciles de manejar, desde el más erudito en estas cuestiones científicas hasta el más profano y empírico en estas lides. En general, la mayoría se ve obligada a acceder al conocimiento, cualquiera que fuere, de ciertos eventos a través de la lectura y el raciocinio. Este libro pretende, en el mejor de los casos, desarrollar un temario que apunta a la historia de la televisión en el mundo, desde una lógica general del hecho hasta una relación particular de los acontecimientos. Dentro de esa perspectiva, la recepción de la televisión en Latinoamérica, desde el punto de vista sociológico y comunicacional no fue otra cosa que la realidad pública convertida en un punto neurálgico del antes y el después. Si partimos de la base de que las sociedades latinoamericanas son y han sido heterogéneas, han tenido también ciertas aproximaciones y similitudes con respecto de esta emergencia audiovisual. La vida histórica, política, económica, social y hasta cultural fue transformándose a medida que esta tecnología ingresaba con fuerza en las naciones sumidas en un lenguaje profundo de ignorancia, analfabetismo y pobreza. En este estudio del hacer comunicativo, no solo se pretende buscar la génesis y el principio de la historia de la televisión, sino también, como ya se dijo, el contexto político por el que tuvo que pasar un sistema de estas características. Los pormenores del surgimiento en Bolivia fueron dando como resultado una serie de hechos lamentables y confusos. Empero, ese contexto al que hacemos referencia tiene, entre otras cosas, un marco jurídico especial, que fue cambiando por omisión o por desconocimiento del tema, razón que llevó a diferentes gobiernos establecer varias medidas legales, en muchos casos equivocadas y en otros con poca precisión y desatinado esfuerzo. Un segundo lugar, pero no menos importante, guarda relación con las características propias del devenir y la clasificación del establecimiento de la televisión; es decir, estatal, universitario y privado, con ciertos atisbos que hicieron posible su emergencia y la necesidad de contar con este medio en el país. La emergencia de estos sistemas audiovisuales en el espectro nacional fue un tira y afloja dentro de una dinámica política que, en un principio, no fue muy bien recibida. Anécdotas y eventos infructuosos marcaron el camino de un proceso ya sin retorno: la creación de redes televisivas. Hasta aquí el libro va tomando forma, va resquebrajando algunos mitos y va sustentando otros que se dieron a lo largo de su historia. Por eso, una tercera aproximación requiere las bases epistemológicas que cimentan el estudio de la programación desde el punto de vista comunicacional, psicológico y sociológico del asunto. Dos de las problemáticas que se presentaron a lo largo de la tercera parte saltan a la vista: el análisis conjetural de la programación en su estado primigenio como un objeto de estudio delicado, con particularidades y generalizaciones de toda una gama de producción audiovisual; y la problemática de segundo orden, un devenir complejo, pero asimismo del rol que jugará de aquí en más la televisión en Bolivia como formadora o de-formadora de la realidad social y esquemática de la sociedad.