César, un psicoanalista novato de casi cincuenta años, decide tratar de ayudar psicológicamente a una compañera de estudios, Bea de treinta y un años, que ha sufrido un episodio de maltrato por parte de su pareja. Para ello la invita a hacer con él parte del Camino de Santiago. El uso indebido de una terapia psicológica junto a la propia personalidad neurótica de César hace que se genere una relación tortuosa entre médico y paciente, una relación que desembocará en la escritura de este libro por parte de César como un intento último y desesperado de retomar el control de su Yo…, de su propia vida.