Todos cambiamos, siempre, invariablemente. Debe ser así. En este conjunto de poemas pretendo reflejar los cambios vitales constantes a los que estamos sometidos en la línea temporal, pero también como nos enfrentamos y nos afectan los cambios, según avanzamos en el día a día de nuestras vidas. Son cambios que, muchas veces, habitan y los vemos en el desván de los otros.