“Si tuviera que decidir en qué momento empezó todo, creo que escogería cuando María Kardos, mi abuela, decidió asesinar a su amante, a su marido y a su hijo de veintitrés años, cambiando de manera irremediable este presente en el que nos encontramos.” Así empieza su soliloquio uno de los protagonistas, marcado por ese destino que empieza a tejerse en Hungría, al finalizar la primera guerra mundial, cuando su abuela es condenada a muerte. Continuará después con una madre posesiva y amante del Arte y terminará en él, tras un periplo personal que partirá de un caserón de Galicia hasta llegar a Barcelona, dejando en el camino una serie de retratos que esconden un secreto en cada rostro. La casualidad es la que llevará a Alba Garcés a un hallazgo imprevisto que dará un giro inesperado a su vida: el reencuentro con Oscar, un amigo olvidado, y un viaje que la llevará desde Barcelona a Galicia para reconciliarse con su pasado. Estas dos historias, a priori inconexas, confluirán para traer al presente una serie de casos policiales caídos en el olvido y que ahora, gracias a la ayuda del equipo del inspector Santos Márquez, podrán resolverse por fin.