Eugenia "oye" al mundo y a la vida de un modo particular, propio, intransferible. Y nos cuenta lo que oye. Y espera que nosotros la escuchemos. Nos habla de pequeñas cosas. Bordea y transita los mágicos lugares de la imaginación. Siente, goza y padece al mundo y a sus semejantes, con su modo aparentemente simple, de palabras sencillas, que esconden las antiguas profundidades de la condición humana. Susurra, grita, balbucea, dice... Escuchemos cuentos y poesías emocionantes