Este libro es una Egagrópila. Su nombre es una declaración de intenciones: es un paisaje interior hecho vómito, formado por huesos, pelo, piel, tripas, lágrimas, saliva… macerado por el paso del tiempo, la rutina, los cafés del desayuno, los cigarros que se queman despacio y mueren de inanición. Un collage de imágenes y palabras que forman un todo que nunca pareció separado, construido con genio y con mimo por Angie Martín y Marta Quijano.