Así comienza Marifé Santiago Bolaños el prólogo de este libro, el primero de poesía de la autora Mercedes G. Rojo: "En cierto modo, cada vez que una mujer escribe su alma empieza el Tiempo. Entonces, los paisajes específicos, las calles y la intimidad donde aparecieron las palabras se transforman en rumbo. Es como si un pájaro de papel se detuviera en medio de los sueños y cualquier dirección, por arriesgada o solitaria que pudiera parecerle al temeroso, llegase al centro donde deseos y voluntades habitan con la necesidad y sus destellos..."