Prólogo Primero fue “Desde mi balcón” , enamorada del balcón de Héctor Sanguinetti me puse a reflexionar cuantas historias amorosas se habrían vivido desde allí, ese mágico lugar. Dando rienda libre a la creatividad, solté las amarras de mi imaginación y comencé a soñar con diferentes aventuras y personajes, los cuales podrían haber surgido en ese místico sitio. Ahora , llamó mi atención la extraordinaria belleza que posee la ventana que da al mismo, la cual parecía mirarme a través de sus límpidos vidrios, como si tuviera algunas andanzas que quisiera contar. ¡Ahora me toca a mí! —susurró la Reina de Cristal al verme dudar. ¿Cómo negarnos ante tal súplica? Aquí vamos otra vez, ignorando los comentarios de que las segundas partes no siempre son buenas, para conversar con este amplio ventanal , que seguramente, tiene muchas anécdotas que narrarnos. Esperemos que sean de vuestro interés. Gracias, Héctor por compartir.