Como agua fresca que fluye inagotable de la creatividad exquisita de Gladys Viviana Landaburo, quien con este poemario, nos lleva de paseo por la armoniosa belleza y el encanto del arte y el lenguaje, que se conjugan mágicamente: evocando sensaciones, emociones e ideas que inspiran el valor lingüístico del género literario, como una manifestación de la belleza y el sentimiento ético de lo que no está corrompido y es hermoso, determinando la palabra en el espacio, que lleva al lector por la “esencia misma” de su intimidad con el autor, en el alcance ilimitado de lo entrañable del verbo.