Él es un adolescente nada (o muy, en el fondo) convencional, que narra en primera persona las vicisitudes consecuentes al robo de unas bragas usadas, las cuales parecen perseguirle en su día a día en casa, el instituto o las calles del centro. Bonito testimonio de una época (primeros años noventa) en la que aún se toleraban cigarrillos en el instituto, sin vídeos, ni denuncias, ni persecuciones.Acompañando este relato, a la manera de intermedios, encontramos poesía (no-lírica), microrrelato, Spanish course, textos inclasificables al hilo de imágenes de baja resolución, tal y como se dieron en el no-fanzine original por entregas (de las cuales solo tres vieron la luz en 2013).Al igual que en la sección de prensa escrita a la cual presta su nombre, el humor y la acidez gobiernan, invariablemente, en Dame fuego (el libro).