Este poemario se podría describir como una oda a la capital cubana, La Habana. A lo largo de más de 40 estrofas, la autora describe su amor, su arraigo y su simbiosis con la ciudad de la Habana. Habla de su ciudad como de una persona muy cercana, conocida por su aspecto físico, su psicología y su alma. Para los que conocemos esa linda ciudad, patrimonio de la humanidad, los poemas de Ciudad no Repetida nos devuelve al malecón, al casco viejo, a la catedral, al calor, a la humedad de su bahía y la sensualidad de sus gentes y sus músicas.