Oscar de Vorá se considera demasiado afortunado tras heredar la mayor parte de los bienes de la familia Lestre, entre ellos, la Casa Mira y su valiosa biblioteca, por eso decide compartirlos con sus parientes. Pero esta determinación dará un vuelco a su vida: el reencuentro con Silvia y el descubrimiento de unas extrañas marcas en algunos libros, abrirá los cerrojos de los secretos mejor guardados de su familia, secretos inconfesables que sus bisabuelos, Daniel y Selena, nunca contaron. Atrapados entre la lealtad debida y el amor incondicional, solo pudieron dar lo mejor de sí mismos a través de su común pasión por las letras, una pasión que hizo de la Casa Mira una auténtica factoría de historias, unas relatadas y otras silenciadas, en un juego de luces y sombras que hace que El Eclipse de Selena no sea la historia de un solo eclipse, sino de muchos.