Literatura electrónica: cómo escriben los jóvenes en la red


Dolores Pruneda Paz
"Fanfic", "crossover" y "stoller" son algunos de los términos que utiliza el filólogo español Daniel Cassany cuando explica las características de la literatura juvenil electrónica o lo que escriben los jóvenes en internet en sus momentos de ocio.

 

"Cuando los jóvenes van a su aire conectados al ordenador hacen lo que quieren y eso forma un conjunto de manifestaciones escritas multimodales con códigos, imagen y video que tiene muchos elementos literarios. Esto significa fuera de cánones literarios, géneros académicos o lo establecido por la autoridad", indica Cassany en diálogo con Télam.

La ciberliteratura juvenil incluye internautas desde los 10 años hasta los kids-adults, es decir "un tipo de 30 años que puede hacer cosas de adolescente", define el catalán.

"Algunas de esas manifestaciones pueden considerarse literatura claramente y otras menos, pero todas son no convencionales", dice el investigador tras visitar la Feria del Libro Infantil y Juvenil que hasta el sábado próximo estará en el Centro de Exposiciones de Figueroa Alcorta y Pueyrredón.

El fanfic (contracción de fanático y ficción) es una de esas modalidades o relatos que recuperan elementos de obras populares hechos por lectores apasionados y fanáticos de los videojuegos que los cuelgan en distintas páginas de internet, cada una con su `web master` (administrador) y sus normas.

Los jóvenes reescriben historias de sus héroes, personajes de series como "Lost", de las sagas "Crepúsculo" y "El señor de los anillos" o de cómics y animés como "Naruto": "puede ser Harry Potter en El Tigre o en Atacama", grafica Cassany.

"Los fanfic funcionan como novelas de Dickens del siglo XIX, se escriben por capítulos -indica-. Los chicos envían los textos, se cuelgan en la página y así consiguen lectores de todo el mundo que hacen sus comentarios; luego llega la próxima entrega".

En esa línea, el crossover es una vuelta de tuerca, "un relato que mezcla personajes de distintos géneros y así los de Crepúsculo coinciden con Harry Potter o Harry se transforma en Harriet y cuenta sus experiencias como fémina, todo un mundo, muy gracioso".

Como se trata de secuelas de obras famosas que a veces dan información de los desenlaces originales, los `web master` piden que se avise cuando hay un stoller, "una palabrita inglesa que se refiere a los que te cuentan el final de una peli antes de verla, y lo mismo con una novela".

"Una práctica habitual en literatura electrónica es romper los géneros de la literatura convencional: se mezclan recursos literarios como diálogos teatrales con un narrador omnisciente y surgen cosas muy particulares", asevera Cassany.

Ahí entran también las historias realistas, narraciones episódicas que también reciben comentarios de los cibernautas y generan un diálogo con el autor, donde los protagonistas son los mismos lectores y escritores.

Son textos que parten de hechos reales y derivan en ficción, "pueden ser los amigos de la pandilla que empiezan en una fiesta en la playa y en cada capítulo van eligiendo el rumbo del relato, fuertemente influidos por los comentarios", reseña Cassany.

La identidad electrónica en la red la constituye el nick o apodo donde se apunta información personal, de la misma manera los escritores y lectores jóvenes entran a sitios públicos o foros privados donde intercambian sus historias, "acá nada está tan formalizado como en la literatura tradicional", aclara.

El blog también es parte de su investigación: "Permite subir fotos donde los chicos escriben con muchos elementos poéticos como comentarios de una foto en tres o cuatro líneas que pueden ser versos cortados de un poema. Pero algunos afirman que eso ya caducó y prefieren Facebook", advierte el investigador.

"No soy literato -aclara-, soy un científico que investiga lo que nos cuentan, muestran y hacen los chicos en la red", otro eslabón del extenso trabajo que inició como lingüista hace más de 20 años.

Los jóvenes consultados en su investigación tienen entre 16 y 18 años: así llegó al remix, "una palabra que viene de los DJ que mezclan archivos musicales para producir algo nuevo y en literatura también se hace".

"Sería una especie de fanfic en video o imágenes surgido de la Web 2.0, que hizo accesibles a todos los cibernautas instrumentos profesionales sofisticados para editar, y hoy cualquiera puede tomar una foto de Madonna y otra de Lady Gaga para generar una narración", indica.

"El remix es una característica de la literatura electrónica de los chicos que entienden la Web como la calle, donde escuchan cosas, cuentan historias, las repiten con sus agregados y no creen estar cometiendo un crimen", remarca."El remix es la manera popular de escribir, tomamos cosas de otros lugares, copiamos y pegamos. No quiero discutir el orden de los derechos de autor, pero creo que todos podemos usar los artefactos y recursos de las producciones culturales", concluye.

 

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