Las apuestas libreras más arriesgadas

PAULA ARENAS. 04.10.2010 - 16.23 h

Un 'joven' de treinta y tantos, funcionario de Castellón por las mañanas y escritor de novela el resto de la jornada, decide, a causa de su poca fe en las editoriales, sacar adelante él mismo y él solo su libro.Sin intermediarios (y mucho menos una empresa de autoedición).

Eloy Moreno llevó ya maquetada y lista para salir su novelaEl boli de gel verdea la imprenta, pagó el número de ejemplares que quería sacar, los recogió y, cargado de cajas, fue librería por librería (incluso pueblo por pueblo con la maleta a cuestas) logrando que su libro fuera encontrando algunos huecos. Hasta El Corte Inglés, uno de los más duros en la recepción de libros, lo tenía (sólo el de Castellón, pero una buena batalla librada la de este autor). Internet y su esfuerzo por correr la voz hicieron el resto.

 

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