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Louise Glück gana el Premio Nobel de Literatura del 2020


 

Louise Glück gana el Premio Nobel de Literatura del 2020

 

louise gluck

 

La poeta norteamericana Louise Glück ha ganado el Premio Nobel de Literatura del 2020.

Glück nació en Nueva York en 1943, y es una de las voces poéticas indiscutibles de la literatura norteamericana, ya que ganó el Pulitzer por su poemario El iris salvaje; el National Book de la Crítica por Triumph of Achilles, y el premio de la Academia Americana por Firstbono.

El Nobel de este año está dotado con un millón de euros.

Por la pandemia, la gala de concesión del premio ha sido anulada.

Glück ha reactualizado ciertos mitos griegos, su obra permite que sus experiencias personales sean atravesadas por un tamiz mítico. Su experiencia con la anorexia, que la llevó al borde de la muerte es otro de los temas que aparece en su obra.

Su poema Mock orange ha sido interpretado como un himno feminista y es uno de los más antologados de su obra.

Louise Glück se licenció en 1961 por la George W. Hewlett High School en la ciudad de Hewlett, Nueva York; asistió al Sarah Lawrence College en Yonkers y a la Universidad de Columbia.

Actualmente reside en Cambridge, Massachusetts, y es doecente en el departamento de lengua inglesa del Williams College en Williamstown, también imparte clases en la Universidad de Yale.

Os dejamos uno de sus poemas más conocidos:

Amante de las flores

En nuestra familia, todos aman las flores.
Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas:
sin flores, sólo herméticas fincas de hierba
con placas de granito en el centro:
las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras
llena de mugre algunas veces…
Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.

Pero en mi hermana, la cosa es distinta:
una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre
a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de
ladrillo.
Cada primavera, espera las flores.
Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende
que es mi madre quien paga; después de todo,
es su jardín y cada flor
es para mi padre. Ambas ven
la casa como su auténtica tumba.

No todo prospera en Long Island.
El verano es, a veces, muy caluroso,
y a veces, un aguacero echa por tierra las flores.
Así murieron las amapolas, en un día tan sólo,
eran tan frágiles…