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Viernes negro


 

Viernes negro

 

viernes negro

 

Una vez más, la fundación Fundéu BBVA, nos echa un cable para saber cómo deberíamos denominar el Black Friday, día relacionado con acción de gracias, pero que se ha convertido en un término de marketing internacional:

La expresión «viernes negro» es preferible en español a Black Friday, que también puede alternar con otras como viernes de descuentos, viernes de ofertas, viernes de compras…

En alusión al día que comienza la temporada de compras navideñas en los Estados Unidos — inmediatamente después del Día de Acción de Gracias— y en cada vez más países, en los medios informativos es frecuente encontrar frases como «Todos los descuentos del Black Friday», «Sácale el jugo al “Viernes Negro”» o «El
Black Friday 2016 contagia al comercio y las cadenas de moda».

Aunque en sentido estricto no se trata de un nombre propio ni de una festividad —lo que lleva a escribir esta expresión con iniciales minúsculas y entrecomillarla—, la gran extensión alcanzada por esta campaña hace que su denominación empiece a percibirse como un nombre propio. En este caso no resulta inadecuado escribirlo con iniciales mayúsculas y es innecesario resaltarlo con comillas.

Por otra parte, en México se halla plenamente asentada la expresión Buen Fin para designar un fin de semana de noviembre de características similares, concebido para impulsar el comercio mediante ofertas atractivas.
A partir de ahí es posible emplear, por analogía, Buen Viernes como alternativa a Black Friday.

Por último, también se puede recurrir a otras denominaciones que se encuentran a veces en los medios, como viernes de descuentos, viernes de ofertas o viernes de compras. En estos casos es recomendable utilizar la minúscula por tratarse de expresiones meramente descriptivas.

Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Todos los descuentos del “viernes negro”», «Sácale el jugo al Viernes Negro» y «El Buen Viernes 2016 contagia al comercio y las cadenas de moda».

Hay varias teorías sobre el origen del término Black Friday, que marca el día que comienza la temporada de compras navideñas en los Estados Unidos, inmediatamente después del Día de Acción de Gracias.

Una versión asegura que proviene del hecho que, el día después de Acción de Gracias, los traficantes de esclavos negros bajaban sus precios de cara a la temporada de invierno, lo cual explicaría el adjetivo con un carácter claramente racista, probablemente por esto hoy en día se tiende e a negar este posible origen que no interesa comercialmente.

También hay quien asegura que la expresión tuvo su origen en el viernes 24 de septiembre de 1869, cuando dos agentes de bolsa de Wall Street (Jay Gould y Jim Fisk) intentaron acaparar todo el mercado del oro en sus manos. Fracasaron en el intento y el precio del oro se desplomó en pocos minutos, como ocurre en estos casos, muchos inversores se arruinaron, por lo que fue conocido como "viernes negro", aunque también es cierto que otros pudieron comprar oro a precio de saldo.

Una tercera hipótesis hace referencia a otro viernes “negro” de 1950, el sábado después de acción de gracias iba a disputarse un partido de fútbol americano entre el ejército y la marina. La ciudad de Filadelfia se colapsó el viernes ante la avalancha de personas que llegaron para hacer sus compras de Navidad y asistir al día siguiente al encuentro, lo que resultó un caos para la policía, esta lo denominó"viernes negro". El término se popularizó a partir de 1966, empleado por la revista The American Philatelist, y se extendió en 1975 cuando el The New York Times usó la expresión con la intención de referirse al problema circulatorio que se originó en la ciudad a raíz de los descuentos del día posterior a Acción de Gracias.

La consagración del día del marketing en EEUU vino de las iniciativas de grandes almacenes como Walmart o Sears, que ofrecieron a sus clientes grandes descuentos.