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El Spotify de los libros. Otras formas de acercarse a la lectura I

 

spotify libros

 

El modelo de Spotify ha revolucionado la manera de escuchar la música en los últimos años, sin lesionar los derechos de los autores y cantantes. Es una fórmula muy útil para el amante de la música que puede de igual modo dejarse guiar que descubrir nuevos autores, cantantes y estilos, y, por otro lado, resultó un revulsivo ante la piratería de los CDs y los formatos digitales. Spotify ayudó a que al consumidor le fuera más incómodo piratear que escucharlos de modo legal.  

En literatura, el ebook todavía no ha triunfado, y los audiolibros representan una porción muy pequeña del mercado hispanohablante, a diferencia de otros, como los anglosajones, donde estos formatos son más populares, quizás por la oferta más amplia. En todo caso el mundo editorial está obligado a seguir los tiempos y diversificarse, y el campo de los audiolibros es uno de ellos.

A priori, resulta algo extraña, para el lector habitual, la idea de escuchar un libro en lugar de leerlo en silencio e imaginar las voces de los personajes. Sin embargo, la lectura en voz alta era una práctica bastante común en los siglos pasados. No hay novedad editorial en EEUU que no venga acompañada de su audiolibro, el mismo Paul Auster es el lector de su propia novela 4, 3, 2, 1… (https://www.youtube.com/watch?v=7_XcFcFYG3A), para lo cual estuvo leyendo más de treinta horas.

Audible, de Amazon, domina mercados como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. Desde Suecia ha aparecido la empresa Stoytel, que está invirtiendo para convertirse en líder en países y lenguajes que Amazon no ha trabajado todavía al mismo nivel que sus mercados principales.

En cualquier caso, ambas empresas, especializadas en audiolibros y ebooks, buscan ser el equivalente de Spotify en la lectura, tarea difícil que será, en todo caso, mucho más lenta, ya que implica crear audios de calidad de millones de títulos, una labor mucho más compleja y larga, que la de volcar grabaciones musicales en formato digital. Todo elemento que ayude a popularizar la lectura es bienvenido.