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Los poemas que Verlaine escribió en la cárcel

El gran poeta francés Paul Verlaine estuvo en prisión entre 1873 y 1875, en su reclusión escribió algunos poemas cuyo manuscrito fue adquirido en una subasta por la cantidad de 299.200 euros, en 2004, por la sociedad francesa Aristophil.

La exposición “Verlaine emprisonné” dio pie a la publicación del catálogo en Gallimard del libro con el mismo título, y dan cuenta de esta colección de 32 poemas que son considerados por algunos como los más bellos de su obra.

 

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Paul Marie Verlaine nació en Metz, Francia, el 30 de marzo de 1844. Su padre era capitán del ejército. Estudió en París, y trabajó en el ayuntamiento. Frecuentó los cafés y salones literarios parisinos, y en 1866 colaboró en el primer Parnasse contemporain y publicó sus Poèmes saturniens, que lo llevarían a ser considerado precursor del simbolismo.

En 1870, se casó con Mathilde Mauté, y al cabo de un tiempo tuvieron que huir de París por temor a las represalias ya que Verlaine había tomado parte a favor de la Comuna de París. La joven pareja vivía en casa de los padres de Mathilde, y esperaban un hijo cuando un desconocido poeta de diecisiete años llamado Arthur Rimbaud le envió una carta con sus poemas para pedirle su opinión. Verlaine, admirado por su obra, lo invitó a visitarlo y su vida quedó para siempre transformada por el influjo del genio maldito. La apasionada historia de amor los llevó a fugarse a Inglaterra. La relación fue absolutamente tormentosa y Verlaine huyó a Bélgica con la idea de  volver con su esposa. Rimbaud lo siguió y el encuentro acabó con un disparo de revólver que hirió a Rimbaud. Verlaine fue condenado a dos años de prisión, por el disparo pero sobre todo por la naturaleza homosexual de la relación, pensada en la época,  que cumplió en Bruselas y en Mons, donde escribió Cellulairement.

En la cárcel, se convirtió al catolicismo. Al salir de la cárcel su mujer había obtenido la separación  y él volvió a Inglaterra.

 

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A pesar de su tormentosa vida personal, Verlaine fue tratado siempre  como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas.

Los últimos años de su vida los pasó en la miseria, fue elegido «Príncipe de los Poetas» en 1894 y se le otorgó una pensión.
Murió en 1896 en París, a los 51 años.

La influencia de Verlaine siguió creciendo tras su fallecimiento. En castellano, el modernismo no hubiera sido posible sin la influencia de la poesía de Verlaine.